Ayer sábado, 5 de julio, fue un día especialmente señalado para Enrique Iglesias (50 años). Este es el tercer y último hijo nacido del matrimonio entre Julio Iglesias e Isabel Preysler y, a pesar de ser un cantante con bastante prestigio y reconocimiento, desde hace tiempo ha decidido vivir lo más alejado de los focos posible, llevando una discreta y familiar vida en Miami junto a su mujer y sus hijos. Enrique fue nombrado en 2020 como el artista latino más grande de la historia según los Premios Billboard y ayer fue uno de los días más importantes en su carrera al ser el momento en el que volvía a actuar en su país natal tras cinco años de ausencia en nuestros escenarios. Y en este instante clave no estuvo solo, contando con varios de sus familiares entre los asistentes al mismo.
El gran día de Enrique Iglesias junto a su familia
Enrique actuaba anoche en el Granca Live Fest, un festival de música celebrado en Las Palmas de Gran Canaria de bastante importancia en el que también actuaron otros artistas de renombre como Emilia Mernes, Will Smith o Jason Derulo. Hasta allí se trasladaron sus hermanas, Ana Boyer y Tamara Falcó, que no quisieron perderse este hito en la carrera de su familiar. Ana estuvo acompañada de su marido, Fernando Verdasco, y compartió diferentes momentos de la actuación de Enrique a través de las historias temporales de su cuenta oficial de Instagram, dejando claro lo orgullosa que estaba de su hermano.
Instagram @anaboyer
Allí también estuvo Tamara, aunque en las imágenes que han compartido no hemos visto ni rastro de su marido, Íñigo Onieva, avivando de nuevo los rumores de una posible crisis en la pareja. En cualquier caso, parece que Iglesias consiguió enamorar a sus hermanas y a todos los asistentes a este especial concierto, uno en el que sonaron algunos de sus temas más conocidos, destacando ‘Héroe’, esa poderosa balada que derritió a todos los allí presentes.
El gran momento de Enrique Iglesias
Este año no sólo ha cumplido 50 años sino que se cumplen 30 del lanzamiento de su primer disco, ese en el que conocimos temas como 'Experiencia religiosa' o 'Enamorado por primera vez’. Poco a poco consiguió abrirse un hueco en el mundo de la música, habiendo logrado en este tiempo conseguir hasta 180 millones de discos vendidos, 19 mil millones de streams y 17 mil millones de reproducciones de sus vídeos, según cifras oficiales que se dieron en el año 2020.
Gtres
Tal y como recuerdan en ‘El País’, este comenzó enviando sus primeras maquetas con sus canciones bajo el seudónimo de Enrique Martínez, asegurando ser de Guatemala para evitar que le cogiesen por ser el hijo de Julio Iglesias. ”Era un niño muy rebelde, no era bueno en la escuela, quería separar mi música totalmente de mi familia. Sentía en lo profundo de mi ser que, si la compartía, aunque tenía muchas ganas de hacerlo, simplemente no sucedería", explicaba en una entrevista con el programa 'At Home With de Apple Music' en 2021. Su padre siempre mostró su descontento con la elección profesional de Enrique, que en 1997 ganaba su primer Grammy como mejor artista de pop latino.
Ahora vive una vida de lo más discreta y concede poquísimas entrevistas, pero parece seguir estando muy unido a su familia, especialmente a sus hermanas, a pesar de que no acudió a la boda de Tamara hace un par de años.
La relación de Julio Iglesias con su hijo
En 2010 el propio Enrique aseguraba que en los últimos diez años sólo había visto a su padre en dos ocasiones, no teniendo una relación especialmente cercana entre ambos. “Nuestra relación es muy difícil de explicar, porque cualquier persona que la analice desde fuera podría imaginarse que no nos llevamos bien, porque nunca nos ha visto juntos y porque nunca ha venido a un concierto mío”, decía. “estoy harto de que me pongan a competir con mi propia sangre. Eso es lo que me enfada. Me parece ridículo”.
Sobre este tema también habló su padre en el programa 'Land Rober', asegurando que tienen “una relación no fácil con Enrique porque él es muy personal… Es un chaval que no admite sugerencias de nada [...] Probablemente, sea esa clase de chiquillos que pueden ser rebeldes con causa. Nunca fui un padre muy apegado a mis hijos. Estaba siempre viajando, no tuve ese tiempo necesario para estar más dentro de ellos”.