Qué bien se paladea una historia de venganza. Si os gustó Kill Bill con Uma Thurman amputando miembros sin parar, Alyson Eckmann en GH VIP y sin katana de por medio también está haciendo mucha ‘pupita’…
La americana sufrió un amor no correspondido por parte de Marco Ferri, que mientras su novia no estaba en la casa, tonteaba con Aly, y le hacía creer que tras su buena sintonía podría haber algo más. Su relación cambió con la llegada de Aylén, la pareja del modelo. Eckmann afirmó haberse sentido utilizada por Ferri y esto le hizo estar mal consigo misma. Para colmo, la semana pasada escuchó cada uno de los gemidos de placer que emitieron Marco y Aylén en su hora sin cámaras. Una situación que casi la lleva a la locura.
¡Pero cuánto pueden cambiar las cosas en solo una semana! Ahora es Alyson la que le pide al Súper una hora sin cámaras y quien se entrega sin remordimientos (bueno, tal vez tenía unos poquitos al principio) a los placeres de la carne. La carne brasileña, para más señas.
Desde que los gemelos Antônio y Manoel, procedentes de GH Brasil, llegaron a la casa han tenido a sus habitantes revolucionados. El primero ha dado a probar su caipiriña a Eckmann y esta no quiere saber nada del Lambrusco de Marco, que ahora se dedica a observar desde la lejanía cómo la rubia rehace su vida sin necesitarlo para nada.
Tras protagonizar uno de los ‘edredonnings’ más calientes que se recuerdan, la pareja, en busca de un poco más intimidad (seguro que sus compañeros se lo agradecen) pidieron al Súper pasar una hora sin ser grabados para dar rienda suelta a toda su pasión americana. ¿El resultado del encuentro y las caras de desesperación de Marco? El jueves en la gala.