La razón detrás de las lágrimas de los concursantes de 'Supervivientes 2025' que han roto a Sandra Barneda: "Podría echarme a llorar"

En su primera conexión con los participantes del programa durante la gala de 'Conexión Honduras', la presentadora ha reaccionado con empatía al ver cómo se encontraban

Adrian Monterrubio
Adrián Monterrubio

Periodista especializado en Corazón

Sandra Barneda
Telecinco

No es fácil pasar un día en una isla desierta sin recursos, pero mucho menos lo es hacerlo durante sesenta. Sesenta, sí. Ese es el total de jornadas que llevan en los Cayos Cochinos los concursantes de 'Supervivientes 2025'. Dos meses completos en los que todos los rostros conocidos que se atrevieron a viajar hasta Honduras para participar en esta aventura han transitado por todo tipo de situaciones.

De ahí que todos ellos estén, irremediablemente, con las emociones a flor de piel. A fin de cuentas, es mucho tiempo sin comodidades, ni comida, ni una ducha de agua dulce. Tampoco contacto con el exterior, con la dureza de no saber nada de sus seres queridos, que inevitablemente se acentúa en una fecha tan señalada como la de la emisión de 'Conexión Honduras' en este domingo: el Día de la Madre.

Los concursantes de 'Supervivientes 2025', visiblemente afectados al conectar con plató

Ha sido eso lo primero que ha puesto en valor Sandra Barneda (49 años), presentadora del espacio dominical, en el momento de conectar desde plató con los robinsones. Una primera intervención en la que la periodista no ha dudado en hacer alusión a cuan emotivo es el día de hoy. Sea porque los concursantes tendrán más presente que nunca a sus progenitoras, o porque algunas de ellas también son madres.

Supervivientes 2025
Telecinco

Es el caso de Makoke, Carmen Alcayde y Anita Williams, que en el momento de escuchar la voz de la comunicadora deseándoles un "feliz día" se han mostrado visiblemente enternecidas. Especialmente Carmen, quien se ha dejado ver con los ojos vidriosos, con los sentimientos a flor de piel al recordar a sus tres hijos. Un escenario de máxima emoción en el que Sandra ha querido preguntar a Anita como está su relación con Montoya tras sus últimas discusiones.

Anita y Montoya
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Ha sido entonces cuando el exparticipante de 'La isla de las tentaciones', lejos de avivar una discusión, ha explicado que lo suyo "son broncas de malentendidos". "Al final, yo la considero familia, y es como si uno se pelea con su familia", proseguía, para después ser Anita quien le ha dado la razón a Montoya exponiendo que "antes de ser pareja habíamos construido algo muy bonito".

Algo muy bonito "entre los tres", continuaba Williams en conversación con Barneda, haciendo alusión a que esa familia de la que habla Montoya también comprende al hijo de ella. "Para mí ha sido la familia mía como la de mi hijo", ha añadido, mientras en cámara se empezaba a apreciar a su compañero cada vez más emocionado, apretando los párpados con fuerza para contener las lágrimas. 

Las palabras de los 'supervivientes' que han despertado la emoción de Sandra

"El Día de la Madre también va para él, porque él ha sido la mitad", ha concluido Anita. En ese momento, sin lograr controlar la emoción, Montoya ha admitido que "me emociono". "No estamos pasándolo bien", ha querido matizar Williams, a raíz de "las ganas de que esto acabe ya y poder estar con las personas que nos quieren". "Pensar en lo que hay fuera te hace pagarlo con la gente que...", pero no ha podido seguir, porque han arrancado en llanto.

Anita y Montoya
Telecinco

Ha sido entonces cuando Sandra, desde los estudios de Mediaset, ha reconocido que también se estaba emocionando ante la estampa. "Ay, chicos, podría echarme a llorar con vosotros", les ha expresado, a lo que acto seguido ha querido apuntar Makoke que se siente "supermega débil". La demostración de que tantas semanas en condiciones extremas están pasando factura a todos, hasta el punto de despertar la empatía de la presentadora en vista del sufrimiento que están experimentando. Estaba claro que un desafío como este era mayúsculo, y la cabeza les está comenzando a jugar malas pasadas.