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Laura Matamoros, eres guapa hasta decir basta. Llevas la ropa como nadie, eres un icono de estilo, tienes pelo precioso, dicción perfecta, se nota que eres una chica educada…
Sí, pero…
Laura, no hace falta que te envanezcas tanto por todo esto y adoptes siempre ese tono altivamente engolado que, francamente, no me resulta simpático. ¡Como si estuvieras por encima de las rencillas familiares, del programa en el que trabajas, de los compañeros con los que te codeas! La superioridad moral que exhibiste cuando visitaste a Makoke en la casa de ‘GH VIP’ me desagradó, tampoco me gusta ese plan perdonavidas que te traes con tu padre. Él podría decirte cuál es el secreto del éxito: ambición, sí, pero también la suficiente humildad como para darte cuenta de tus fallos. ¡Cuando supimos a Kiko vulnerable y débil fue cuando empezamos a amarlo!