Seguro que, en alguna ocasión, has oído aquello de “no te laves el pelo, que la grasa se te irá sola”, bajo la falsa creencia de que, si no se lavaba este tipo de cabellos durante días, la producción de sebo se regulaba sola. Un mito popular que, hoy día, ha demostrado no tener aval científico y que, contradictoriamente, espaciar el tiempo de lavado puede motivar muchos más problemas que soluciones en el tratamiento de estos desajustes de grasa.
La Dra. Leire Barrutia, especialista en Dermatología Estética, lo confirma en sus redes sociales, explicando que, “no podemos entrenar a nuestro cuero cabelludo, a sus glándulas sebáceas, a que produzcan menos grasa”. De hecho, espaciar el tiempo entre lavados, cuando el cuero cabelludo demanda su limpieza, “derivará en una inflamación del cuero cabelludo que, a su vez, puede dar lugar a alteraciones como la dermatitis seborreica”, añade la dermatóloga.
Ahora bien, ¿cómo podemos saber cuándo el pelo exige estos lavados? O, mejor dicho, ¿Cuál será el barómetro para dar con la periodicidad del lavado en el cabello graso? El peluquero Moncho Moreno, con más de 20 años de experiencia y CEO de los salones Moncho Moreno, da la solución: “El pelo hay que lavarlo cuando está sucio, tal cual.”
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“El hecho de no lavarlo hace que tu cuero cabelludo esté sufriendo y vas a tener un problema capilar. Lo lógico será cada 2 o 3 días, pero dependerá mucho de cómo sea tu tipo de cuero cabelludo”, explica el estilista madrileño en sus redes sociales, añadiendo que, en el caso de hablar de cueros cabelludos grasos, estos pueden demandar un lavado diario y “no pasará nada”. Más bien, al revés, será favorable para la salud del cabello.
Solamente con el gesto de lavar el cabello cuando este lo necesita y no dejarlo sucio durante varios días “podemos mejorar muchísimas alteraciones de nuestro cabello”, confirma la Dra. Leire Barrutia, explicando de seguido algunas de las múltiples ventajas que brindará como, por ejemplo, es el “prevenir y mejorar es la dermatitis seborreica. Es decir, la aparición de grasa, de caspa, de irritación, de picor o enrojecimiento en el cuero cabelludo”.
Por lo tanto, desarrollar una rutina de lavado correcta en los cueros cabelludos grasos puede transformar considerablemente el aspecto de estos en el día a día, puede regular la sobreproducción y, por descontando, mejorar y brindar una imagen de limpieza y salud pese a tener dicha naturaleza.
Hoy, para conseguir que tu cabello con tendencia grasa luzca su mejor versión y sepas cómo y cuándo lavar correctamente el cabello, en revista Lecturas preguntamos a los especialistas. Haciendo un repaso por las preguntas más frecuentes sobre esta tipología capilar, como si de una guía completa se tratase.
¿Qué es tener cuero cabelludo graso y por qué se produce?
Lo primero que debemos saber es si pertenecemos o no a este grupo de cabello y el porqué nace esta tipología. Según explica Cristina Berenguer Delgado, especialista en cuidado capilar de Anian, “el cabello graso se debe principalmente a una hiperactividad de las glándulas sebáceas, provocada por factores genéticos, hormonales o incluso por el estrés.” Esta sobreproducción de sebo “genera un aspecto grasoso, una sensación pesada y una mayor predisposición a la acumulación de impurezas”, añade la especialista.
Es decir, tener el cuero cabelludo graso es cosa de genética y no habrá medio físico con el que consigamos revocar esta realidad, por lo que nuestra misión principal residirá en enfrentar el aspecto grasoso y de apelmazamiento que estos provocan en nuestras raíces. ¿Cómo? Desarrollando una adecuada rutina de lavado que, como vimos líneas atrás, consiga equilibrar esta producción y barrer el exceso, para un aspecto más limpio.
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Además, siguiendo con esta línea, uno de los indicativos más claros de que una persona tiene el cabello graso está en la periodicidad de lavado. En palabras de Helena Rodero, farmacéutica especialista en cuidado capilar, “sabemos que tenemos un cuero cabelludo graso porque necesitamos con más frecuencia lavarlo, podemos incluso lavarlo por la mañana y sentirlo graso ya por la tarde. O lavarlo por la mañana y sentirlo graso al día siguiente, eso es lo que se denomina un cuero cabelludo muy graso o graso”, explica Rodero en su canal.
¿Cómo lavar un cuero cabelludo graso? Las recomendaciones de los especialistas
Entendido el qué y por qué aparece esta tipología, es el momento de pasar a la acción. Sí, por capricho del destino, formas parte de este grupo, lo más importante que debes saber es que, para mantener la grasa a raya, debes practicar una rutina de lavado muy específica. O lo que viene a ser lo mismo, no todo vale al lavar el pelo graso, ni todos los productos y técnicas conseguirán los mismos resultados.
Lo primero es ajustar su periodicidad. Como nos adelantaba Moncho Moreno, deberás limpiar de forma continua tu cuero cabelludo, es decir, todos los días o a días alternos, principalmente cuando este se vea sucio. Además, recuerda que dejar el cabello más graso de lo normal, puede derivar en problemas más graves de los que no es fácil salir, como una inflamación del cuero cabelludo, dermatitis seborreica o un aumento de la caída del cabello.
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Entrando en el cómo realizar el lavado, Moncho Moreno recomienda “lavar sin apretar demasiado el cuero cabelludo”, porque un exceso de fricción puede motivar mayor producción de grasa; y “siempre con agua tibia”, ni demasiado caliente porque puede irritar, ni fría porque no limpia como deseamos. Y siempre, atendiendo muy bien el champú que utilizamos para limpiar y las jabonadas que realizamos.
En el caso de los cabellos grasos, Helena Rodero recomienda realizar “dos pasadas de champú para asegurarte que has retirado el exceso de grasa bien del cuero cabelludo”. Además, la farmacéutica propone alternar siempre dos champús: “uno que sea más limpiador, que normalmente suelen ser con base de sulfatos, que es obligatorio para utilizarlo en cueros cabelludos de tu tipo y otro que sea más suave de uso frecuente.”
Además, no podemos olvidar que, pese a que la raíz pueda ser grasa, nuestros medios y puntas siempre demandarán de un aporte hidratante. Debemos olvidar la falsa creencia de que un acondicionador o una mascarilla puede engrasar más nuestro pelo, sencillamente, debemos aplicarla correctamente y no habrá problema. “Repartimos el producto en las manos y vamos a evitar el contacto del acondicionador con la raíz. Es decir, vamos a aplicarlo de medios a puntas”, añade Moreno.
Y por último, olvida aquello de dejar que tu pelo se seque el aire “para evitar el daño térmico”. Pon tu secador en una temperatura tibia, protégelo con un protector y sécalo boca abajo, empezando por la raíz. “Esto va a despegar la raíz y va a evitar que la grasa impregne muy rápido la raíz del cabello. Manteniendo el pelo limpio durante más tiempo”, explica la farmacéutica Helena Rodero.
¿Puedo tener el pelo sucio, pero no tener el cuero cabelludo graso?
Sí, querida lectora. A veces, el aspecto sucio, con grasa, de nuestras raíces nada tiene que ver con tener un cabello con tendencia grasa, sino más bien en cómo lo manipulamos nosotras mismas con el paso de las horas. Por ejemplo, el estar tocándote el cabello constantemente, puede engrasar tu cabello, trasladando la suciedad acumulada de tus manos a la raíz y generar este aspecto apelmazado.
Incluso, el cómo y con qué te lavas el pelo puede conllevar un estado de suciedad repentino. Como explica Helena Rodero en TikTok, una de las posibles causas de este aspecto puede ser “porque no apliques la cantidad suficiente de producto” a lo que tu raíz necesita.
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También puede ser que no te aclaras bien el producto. “No solamente hablo del champú, sino también del acondicionador y mascarilla. Asegúrate bien de aclarar, tanto el champú como los productos de acondicionamiento”, recomienda Rodero, ya que, este tipo de productos, puede generar un residuo graso que deriva en raíces sucias y/o apelmazadas.
Y cuidado con las modas de los champús libre de detergentes (sin sulfatos, parabenos, siliconas, etcétera), ya que “utilizar un champú demasiado suave para la limpieza que necesitas”, también puede hacer que, tras salir de la ducha, tu cabello siga sucio.
De hecho, si quieres mantenerlos en tu rutina de lavado, “tendrás que insistir más en extender bien el champú y en frotar y eso te puede ocasionar un daño en la fibra capilar. Así que ojo. Si has decidido utilizar un co-wash o un champú suave, frota solamente en una dirección, nunca círculos”, añade la farmacéutica.