Felipe González (83 años) regresa a 'El Hormiguero' casi un año después de su última visita. Visita a Pablo Motos para divertirse junto a Trancas y Barrancas y, de paso, charlar sobre la actualidad política. Como ya demostró en ocasiones anteriores, el que fuese presidente de España llega dispuesto a dejar grandes titulares. El expolítico no tiene reparos a la hora de hablar de Pedro Sánchez, actual mandatario que dirige el país y a su partido.
Aunque sigue siendo su partido "pase lo que pase", es cierto que se siente "huérfano de participación" por culpa del actual presidente del Gobierno. En su opinión, está "más interesado en sacar rédito personal que en el bien de todos los españoles" por su decisión de aliarse a los separatistas.
Precisamente, una de sus reflexiones es la que ha dejado algo perturbado a Pablo Motos. Tras unas primeras declaraciones, el programa ha ido a publicidad y, al volver, el presentador ha reconocido haberse quedado sorprendido. "Has dicho una frase durante la publicidad que me ha dejado inquieto", ha admitido Pablo justo antes de desvelarla: "Dices que es la primera vez que el mundo no te cabe en la cabeza".
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Felipe ha corroborado esa declaración. "Nadie sabe lo que va a pasar mañana. Ni en España, ni en Europa, ni en ningún sitio. Nadie puede prever lo que va a pasar", ha dicho. De esta manera, las circunstancias tan extraordinarias que se están viviendo alrededor del mundo han hecho que el expresidente sienta que no pueda calcular el alcance del daño.
Felipe desvela su dolencia
Además de hablar de política nacional e internacional, Felipe González también nos ha regalado momentos más amenos. Por ejemplo, nada más llegar, el expresidente reconocía sufrir una pequeña dolencia en el pie. "Vas en bambas", ha dicho Pablo Motos, refiriéndose a que González calzaba zapatillas de deporte.
Ni corto ni perezoso, Felipe le respondía: "Explícale a todo el mundo que es la fascitis plantar". Esta lesión "es una afección común que afecta la planta del pie, específicamente la fascia plantar, un tejido conectivo que se extiende desde el talón hasta los dedos", explican en la página web de la Clínica Universidad de Navarra.
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Esta dolencia "puede causar dolor y malestar significativos en la región del talón y el arco del pie", dice el citado centro. Tras explicarlo, Felipe ha bromeado jugando con el nombre de esta afección. "Que no se confunda la cosa que ser una fascitis puede ser una cosa seria", ha dicho. El expolítico se refería a que la palabra se parece mucho al término 'fascista'.
La trayectoria de Felipe González
Han pasado 29 años desde aquel 5 de mayo de 1996. Entonces, Felipe González dejó la presidencia de España tras 14 años en el puesto. Desde entonces, se ha mostrado crítico con el cambio de España y del partido. Asegura que lo único que quiere es que las generaciones venideras no tengan "un lío de convivencia": "Tengo una edad para no callarme, una edad en la que no aspiro a nada... a que los hijos de mis hijos no tengan un lío de convivencia. Lo único que quiero es que se preserve la convivencia".
Aunque alejado del primer plano de la política, Felipe González ha seguido expandiendo su palabra a través de las conferencias que ofrece. Además, el expresidente de España ha hecho labores de ayuda a diferentes países, sobre todo de Europa y Latinoamérica. Un papel que dista mucho del que hizo en sus inicios en el mundo laboral. Entonces, abrió un bufete especializado en litigios laborales después de sacarse la carrera de Derecho.
Las dos mujeres de la vida de Felipe González
Felipe González siempre tuvo a su lado a una mujer que le ha apoyado tanto en los buenos como en los malos momentos. Se dio el ‘sí, quiero’ el 17 de julio de 1969 en el Monasterio de Loreto de Sevilla con Carmen Romero, militante socialista, sindicalista en la UGT y diputada al Congreso por el PSOE por Cádiz durante más de una década. Fue su pilar durante las casi cuatro décadas que estuvieron juntos y le dio a los más importante de su vida, sus hijos Pablo (1972), David (1973) y María (1978).
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Sin embargo, el amor no les duró para siempre. En 2008, pusieron fin a su matrimonio. Cuatro años, Felipe González contrajo nupcias con Mar García-Baquero en una boda íntima y familiar en la Junta Municipal de Retiro, en Madrid. La empresaria tuvo dos hijos de una relación anterior: Lucía y Micaela, diseñadoras e influencers.
Felipe González, un abuelo orgulloso
Felipe González compagina sus labores profesionales en la actualidad con su faceta de abuelo. Todo el tiempo que no pasó con sus hijos por su trabajo, ahora lo pasa con sus nietos. "No he sido un buen padre. Creo que he sido un padre que quiere a sus hijos, pero buen padre significa dedicar mucho tiempo a sus hijos, cosa que no he hecho", decía en una entrevista a Jordi Évole, admitiendo que, en alguna ocasión, se han sentido decepcionados.
Su primogénito, que trabaja como ejecutivo de una empresa de informática y es un gran aficionado a la fotografía y la filosofía oriental, es padre de dos hijas: Micaela y Ecne. Por su parte, David, que vive en Castellar de la Frontera, Cádiz, escogió la pintura como profesión. Solo tiene una hija. La única mujer en el clan de González, María, es la que más unida está al expresidente. Licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid, está casada con el economista Enric Berganza y es madre de tres hijos.
La otras grandes pasiones de Felipe González
El tiempo que le sobra, que no es mucho, lo dedica a sus grandes pasiones: la botánica y la cocina, además de la escultura y el diseño de joyas. "Es un excelente cocinero y cuando guisa, le gusta organizar las charlas en la cocina", explicaba a Vanitatis Pedro Trapote, el dueño de Joy Eslava y su cuñado, casado con Begoña García Vaquero, la hermana de su pareja actual.
"Le entusiasma además el campo y es impresionante lo que sabe de siembras, de poda, de flores, de plantas, de árboles..., de todo lo que tiene que ver con esos temas. Yo le digo que es un botánico frustrado. Por mucho que te diga, no lo puedes ni imaginar. Sabe los nombres de los árboles, cuándo salen los frutos, cuándo se le caen las hojas, de injertos. En el campo tenemos unos olivos que nos regaló. Es un hombre feliz en ese mundo", añadía sobre su amor por el campo.