El teatro municipal Isabel La Católica de Granada estaba a reventar. Allí se presentaba Anabel Dueñas con la obra homenaje a Rocío Jurado 'Qué no daría yo... por ser Rocío Jurado', un espectáculo producido por Rocío Carrasco y dirigido por su marido, Fidel Albiac. La voz de Anabel y el repertorio de la Jurado fueron gancho suficiente para que el teatro colgara el cartel de 'no hay localidades'.

Claro que Rocío Jurado y Fidel Albiac tienen otros frentes por los que preocuparse. Con la presencia de Antonio David Flores en 'GH VIP' y la de Rocío Flores en el platódefendiendo a su padre en las galas, la imagen de la hija de la más grande se pone en entredicho cada dos por tres.

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Que Rocío Carrasco y su hija lleven siete años sin hablarse o informaciones que han sacado a la luz Raquel Bollo, como que Rocío no permitía que sus dos hijos hablasen por teléfono, o la que dio Kiko Matamoros sobre la supuesta dejadez de Rocío Carrasco con las necesidades especiales que requiere su hijo, David Flores, dejan sin duda a la Carrasco en no muy buen lugar.

Por eso Rocío tiene a sus abogados, entre ellos su propio marido que para eso estudió Derecho, pendientes de todo, por si hubiera que tramitar nuevas demandas contra el que fue su primer marido. Es una de las grandes quejas de Antonio David, que su exmujer lo ha machacado a base de denuncias y querellas, tantas –rozan la veintena– que hasta ha perdido la cuenta.

Por lo pronto, Rocío Carrasco ha pedido el embargo de los ingresos de Antonio David en 'GH VIP' e, incluso, habría pedido al juez que obligara a su ex a abandonar la casa.