Ramón García más allá de 'El Gran Prix' y de su divorcio con Patricia Cerezo: un chalet en Pozuelo de Alarcón con piscina y una empresa valorada en 3,5 millones de euros

Ramón García lleva más de treinta años en televisión y si hay un formato que le dio la fama ese fue el mítico Grand Prix, aunque él es mucho más que eso y a lo largo de todo este tiempo ha ido conformando un patrimonio que le da una enorme tranquilidad económica

Ramón García
Gtres

Parece que Ramón García (63 años), su capa y las 12 campanadas en la Puerta del Sol de Nochevieja eran todo uno. Pero solo es porque se nos había olvidado que Ramón García y el 'Grand Prix' también lo fueron, y desde hace dos veranos, vuelven a serlo. No son pocos los que esperan con ganas el mes de julio para tener esa noche a la semana en la que sentarse frente al televisor y reírse sin parar con la vaquilla más famosa de nuestro país. El ‘Grand Prix’ es el programa del verano y este año se le ha unido Lalachus, la cómica que vivió un momento bastante complicado tras hacer una broma con una estampita de la vaquilla en las Campanadas, que este año dio ella junto a David Broncano, ha cumplido un sueño, y es presentar junto a Ramón García el programa que más le hacía reír de pequeña.

Este año hace exactamente 30 años que Ramón García se puso al frente del formato por primera vez. Y pese a que pueda parecer que no ha cambiado demasiado, lo cierto es que tres décadas dan para mucho y la vida del presentador ha pasado por muy diversos momentos en todo este tiempo. Estuvo casado con Patricia Cerezo durante 24 años, tiempo en el que además se convirtió en padre dos veces, de dos niñas, Natalia y Verónica, que hoy rozan ya los dieciocho y los veintidós años. En 2021 comunicaron su divorcio y nunca han trascendido los detalles del mismo, uno jamás ha dicho una mala palabra del otro y por la poca información que se tiene parece que se llevan bastante bien. 

Patricia Cerezo , ramon garcia 15

Una empresa millonaria de lo más longeva

Laboralmente también ha pasado por muchos proyectos televisivos más allá de sus programas insignia que en realidad son muy puntuales a lo largo del año y siempre ha podido compaginarlos a la perfección. Pero al margen de la tele también ha ido creciendo y amasando un patrimonio que será con el que cuente el día que decida decir adiós a la pequeña pantalla.

Tulua SL es su sociedad más longeva, la dio de alta en 1992 y su actividad está tipificada como "servicios de radiodifusión, servicios de enlace y transmisión de señales de televisión", y a juzgar por sus resultados económicos parece que siempre le ha ido bien, pues en las últimas cuentas que se pueden consultar mantiene un total activo de 3,5 millones de euros.  

Muy poco tiempo después, en 1997, dio de alta Bilbo TV producciones y servicios SL, que durante algún tiempo también fue gestionada por su mujer, aunque ahora está de nuevo en sus manos. Se dedica a la publicidad y según las últimas cuentas está valorada en casi trescientos mil euros, que no es poco.

Su enorme chalet en una de las zonas más caras de Madrid

Ambas sociedades están domiciliadas en la casa del presentador en Madrid, que es a su vez la joya de la corona de su patrimonio inmobiliario; un chalet en Pozuelo de Alarcón en la urbanización de Somosaguas con jardín y piscina privada. También cuenta desde su matrimonio con un piso de veraneo en Marbella, un piso de 138 metros cuadrados con plaza de garaje y trastero muy cercano al puerto deportivo. En Deusto (Bilbao) también tiene participaciones en un piso y dos plazas de garaje procedentes de una donación. Lo que completa un patrimonio con el que sin duda puede estar tranquilo si en televisión las cosas se tuercen, algo que hasta el momento no le ha ocurrido. 

Anne Igartiburu y Ramon Garcia 01

 

De hecho, acabo de arrancar con el Grand Prix de este verano e incluso se ha atrevido a hacer una apreciación que no ha gustado a muchos, y es que considera que el programa se debería hacer con una vaquilla de verdad, pues si en las fiestas de los pueblos está permitido, no entiende que en televisión no sea posible. Unas palabras que han sido muy criticadas por colectivos defensores de los animales y por mucha gente simpatizante de los mismos y sin embargo aplaudidas por los fans más puristas del formato. Sea como fuere él parece estar feliz en su puesto, con ganas de enfrentarse un verano más al reto de entretener a su fiel público y con bastante ilusión por hacerlo con Lalachus, que es una clara amante del mismo.