El puente de mayo ha sido duro para los colaboradores de 'Sálvame'. Mila Ximénez faltaba al trabajo por el gran estrés emocional que acumula al haberse convertido en uno de los puntales del programa desde hace tiempo y señalaba el gran ambiente competitivo y de envidias que se había generado de un tiempo a esta parte. La colaboradora se derrumbaba y, ante sus lágrimas, Paz Padilla veía claro lo que debía hacer: pedir perdón.
Y es que la presentadora ha admitido que, en parte, ese ambiente tenso también lo había creado ella misma. "Yo en un momento dado, sí lo daba todo por este programa y a veces era muy incómodo. Yo hacía preguntas que yo sé que estaba haciendo daño", ha explicado Paz ante la atenta mirada de Kiko Hernández y una emocionada Mila. 'Sálvame' se caracteriza por su fuerza y su dinamismo, un ritmo que engancha pero que ha desgastado y herido a muchos colaboradores que han terminado por abandonar.
Paz ha querido acordarse de todos ellos, además de los que siguen en plató cada día. "Yo quiero pedir perdón a Mila, a Kiko Hernández, a Lydia, a Karmele...", empezaba a enumerar. "A Rosa (Benito), a Matamoros, a Raquel Bollo... a todos los que habéis pasado por aquí", añadía más tarde para no dejarse a nadie. Personas que abandonaron el programa estrella de Telecinco porque la presión pudo con ellos. Tal como ha explicado la presentadora, ella misma creyó que eso era lo que debía hacer para seguir dando juego cada día. "Pensé que era lo que tenía que hacer y lo que se me estaba pidiendo. Pero muchas veces yo decía 'la Mari Paz no es esta. Esta es la Mari Paz que está en la pista de circo y tengo que ser pues, eso, bastante cruel' ". Una situación que no solo dañaba a los demás, sino también a ella misma. "Cuando yo salía de aquí, yo me iba sufriendo. Porque yo no me siento cómoda en el conflicto, yo no soy feliz haciendo daño a la gente", confesaba Paz.
Y aunque asegura que un día decidió que debía parar de contribuir a esa locura, "que hablaría y preguntaría lo que a mí me saliera del corazón. Y no haré daño a un compañero sabiendo que lo estoy haciendo", decía, necesitaba volver a disculparse por todas las veces que sí lo hizo. Un bonito gesto de redención que Mila ha agradecido en una de sus tardes más duras en 'Sálvame'. "Me encantan los aplausos, pero me gustaría también que, algún día, algunos de los que aplauden a tu gesto lo hicieran también", añadía Ximénez, dejando entrever que todavía queda mucho por solucionar entre los colaboradores.