El pasado mes de marzo, Lidia Torrent y Jaime Astrain anunciaron públicamente que estaban esperando su primer hijo en común. La pareja, que atraviesa el momento más dulce de su relación, no pueden estar más felices con la idea de convertirse en padres de una preciosa niña que vendrá al mundo próximamente. La colaboradora de 'First Dates' ya ha presumido de incipiente barriguita en Instagram, red social en la que se ha confesado sobre dos detalles más jugosos de su embarazo: el nombre de la criatura y los kilos que ha cogido durante estos meses de gestación.

"Lo estoy llevando muy bien, sigo sintiéndome ágil, sin cansancio o sueño fuera de lo normal, sin antojos ni picos continuos de hormona desestabilizantes", ha comenzado diciendo Lidia Torrent a través de sus 'stories' minutos antes de revelar que, por el momento, ha engordado 3 kilos y que han decidido ponerle de nombre Elsa, en honor a su abuela materna y madre de Lidia, Elsa Anka.

La joven no puede estar más encantada con esta decisión y sale de cuentas el próximo 13 de octubre. Pero, ¿cómo está llevando el embarazo? Al igual que Violeta Mangriñán, Lidia Torrent ha asegurado que no ha sido un camino de rosas y que ha tenido que pedir ayuda a su ginecóloga.

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Elsa Anka y Lidia Torrent

"Estoy con Cariban desde el primer trimestre, que es una pastilla que me tomo por la noche para evitar náuseas y vómitos... Hace poco estuve algo nerviosa y me noté la tripa rara y a la peque como incómoda. Fui a la ginecóloga y resulta que al somatizar esa inquietud se me había contraído el útero. Me hizo ir a casa a descansar y beber mucha agua, pero estaba todo bien y me duró solo unas horas", ha explicado la joven dejando claro que tan solo fue un susto sin importancia y que lo trató a tiempo.

Jaime Astrain, por su parte, ha estado en todo momento pendiente de su chica aunque por culpa de sus apretadas agendas profesionales a veces no han podido estar juntos todo el tiempo que hubiesen querido: "Es cierto que ahora se me hace difícil cuando está varios días fuera de casa. Sí, estoy sensible con eso. Lo asocio a que he desarrollado el 'síndrome del nido'. Y si no tiene nada que ver, simplemente el cuerpo me pide estar cerca de él en este momento", ha concluido.