Los británicos la adoran y a los medios nos encanta. Kate Middleton fue un soplo de aire fresco dentro de la Monarquía Británica justo cuando hacía años que ésta ya olía a cerrado. Sin embargo, en plenos fastos por el segundo cumpleaños de su primogénito, una respetada profesora de la Universidad de Oxford ha puesto el dedo en la llaga y critica duramente a la Duquesa y el escaso espíritu de modernización que realmente aporta a la Corona.
"Estos plebeyos es que no respetan nada", murmurará la Reina Elisabeth con el meñique levantado mientras da el último sorbo a su taza de té. Justo ahora que había encontrado una figura que, por fin, conectara de nuevo con sus súbditos, viene una profesora prestigiosa para tumbar todo el halo de perfección que rodea a la bella Kate.
Según Hellen Watanabe, estudiosa del papel cultural que tienen los consortes extranjeros en las Monarquía, la Duquesa de Cambridge no hace más que replicar "el mismo tipo de cosas que una reina consorte hubiera hecho en 1.500". Y va más allá, su loado origen de clase media no le impresiona en absoluto: "cuando un rey se casaba con una esposa extranjera, ésta dejaba su hogar para unirse a él para nunca volver. Pero las princesas extranjeras jugaban un importante papel en sus nuevos reinados introduciendo elementos de su propia cultura", lo que, según Watanabe, ayudaba a enriquecer la cultura del país. Para la profesora, "el aporte cultural de Kate a la Monarquía es cero".
Los piropos hacia la bella Duquesa siguen, la llama "maniquí sin personalidad" y se lamenta de que su único objetivo en la vida sea dar a luz a herederos. Se rompe así el corto idilio entre la plebe y la Monarquía Británica, que veía en Kate una relaciones públicas perfecta. ¿Habrá asumido con deportividad las duras críticas la Duquesa?