La Navidad del año pasado fue muy diferente en Cantora. Isabel Pantoja contó con la presencia de Kiko Rivera, Irene Rosales, Omar Montes o Anabel Pantoja entre otros en su finca. Isa Pantoja decidió no pasar los días señalados de las fiestas con su madre porque la situación entre ellas no estaba bien. Pero la artista pudo disfrutar de la mayoría de sus seres queridos. Isabel Pantoja comenzó el 2020 de una forma muy familiar y con varias noticias que marcaron un antes y un después en su día a día.
A nivel profesional tenía entre manos su nuevo trabajo discográfico y este año se ha estrenado como jurado de ‘Idol Kids’. En lo personal una de las primeras noticias del año para ella fue el fallecimiento de la madre de Irene Rosales. En ese momento no dudó en correr hasta Sevilla para estar al lado de su hijo y su nuera en estos momentos tan difíciles. Fue ella la que estuvo pendiente de sus nietas durante estos días tan duros, convirtiéndose en un apoyo importante para Kiko. Además las cosas con Isa Pantoja mejoraron e incluso con Asraf hubo un acercamiento. Después llegó el confinamiento y durante esas semanas Isabel Pantoja lo pasó mal al no poder ver a sus hijos y nietos. Pero después de que finalizara el aislamiento pudo disfrutar de ellos y contó con su presencia en Cantora el 2 de agosto para celebrar su cumpleaños. Pero ahí todo cambió.
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Lo que estaba siendo un 2020 un tanto extraño pero en el que Isabel Pantoja estaba bien acompañada, empezó a convertirse en su ‘annus horribilis’ después de lo que su hijo vio ese día en la finca. Algo que se incrementó más si cabe después de la entrevista que Kiko Rivera dio en exclusiva a nuestra revista y en la que contó todos los problemas que mantenía con su madre, siendo el reparto de la herencia de Paquirri el punto más conflictivo. Desde ese instante Isabel Pantoja está desaparecida y más sola que nunca. Y así es como va a terminar el año.
Lo poco que se sabe de Isabel Pantoja en estas últimas semanas es que se encuentra aislada en Cantora, que la situación ha afectado a su salud y que apenas atiende al teléfono. La finca en la que vive está completamente blindada y no entra casi nadie más allá de quienes viven allí habitualmente. En los últimos tiempos la cantante ha visto cómo Kiko Rivera le ha tachado de mala abuela, cómo el DJ se ha acercado a la familia Rivera, cómo Francisco y Cayetano han vuelto a luchar por las pertenencias de su padre o cómo su hija Isa Pantoja también ha concedido una exclusiva en nuestra revista. A esto hay que sumar que no estuvo en Sevilla cuando falleció el padre de Irene Rosales y que su nuera le ha lanzado algún que otro mensaje evidenciado que la situación no está bien.
Con todo esto Isabel Pantoja va a poner punto y final a un año de lo más complicado que va a terminar más sola que nunca. Esta Nochevieja no va a contar con la compañía de sus hijos ni de sus nietos, que probablemente pasen juntos la última noche del año después de haberse reencontrado esta misma semana. Tampoco estará con ella Anabel Pantoja, que se va a quedar en Canarias para dar la bienvenida a 2021. Por tanto esta va a ser una de las Nocheviejas más tristes que se recuerde en Cantora y la cantante comenzará enero con muchos frentes abiertos. Unos frentes que podría zanjar pronto con su primera aparición en televisión tras la polémica.