Irene Rosales pasa por quirófano: el motivo de su intervención

Irene Rosales (31 años) ha sorprendido a todos sus seguidores con una fotografía en el hospital. Vestida con una bata azul típica de un ingreso, con la mascarilla obligatoria y con una redecilla en el pelo, la mujer de Kiko Rivera (39 años) ha querido quitar hierro al ingreso (que ha sido solo de unas horas) y ha bromeado diciendo que con la indumentaria que le habían puesto parecía que iba a dar a luz de nuevo. 

"Hola, me voy a quitar unos lunares y parece que voy a tener una cesárea", ha escrito la modelo junto a un selfie que se ha hecho minutos antes de la intervención quirúrgica. Pero además, para tranquilizar a cualquiera que se haya querido preocupar, Irene no ha dudado en explicar que no era nada grave y ha detallado en qué zonas se los han extraído. 

Irene Rosales ha tranquilizado a sus seguidores revelando que ha sido intervenida por unos lunares. 

Irene Rosales explica su intervención 

Horas después de la cirugía  y ya desde su casa, la mujer del DJ ha explicado cómo ha ido la intervención. "Me he escapado esta mañana a quitarme dos lunares: uno que tenía aquí en el cuello y otro dentro del ombligo que ya estaba muy, muy feo y me lo tenía que quitar ya. Pero me han vestido que digo no sé si vengo a una cesárea porque he tardado dos minutos literal, ha sido súper rápido", ha revelado en sus redes sociales. 

No es la primera vez que Irene, que perdió a su tía materna hace unas semanas, se somete a una cirugía. La modelo quiso hace ahora justo un año poner a punto su rostro para la llegada de una de sus épocas favoritas del año: el verano. Así, Rosales confesó a sus seguidores que se había inyectado ácido hialurónico en la nariz para corregir un bulto y ponerse el tabique recto, algo que ya se ha hecho en otras ocasiones.

 "Nadie se ha dado cuenta de lo que me he hecho. Me he hecho el retoque de la nariz que llevaba un año y medio sin hacérmelo y la tenía bien, pero ya se me estaba quitando el efecto, me he subido la puntita y me he puesto el tabique recto. Me lo han dejado de maravilla", reveló a través de redes sociales. Además, Irene mostró los resultados, encantada además de que el bótox se haya convertido en su mejor aliado para cortar de raíz las arrugas de la frente. 

Irene Rosales ha confesado que los aparatos que tuvo en su dentadura le cambiaron la forma de la mandíbula. 

"Me he puesto bótox en la frente, que desde noviembre no me lo hacía. Me hacía falta porque tengo arrugas y lo que no quiero es que el día de mañana se me quede la marca. No me voy a esconder, no es nada malo ponerse bótox, me noto la cara más luminosa. Me gustan los resultados, estoy súper contenta. Es importante que te pongas en manos de profesionales", expresó Rosales, dejando claro que no le importa lo más mínimo las críticas que pueda recibir.

Pero no solo eso, en 2017 se operó el pecho y en mayo de 2021 volvió al quirófano para cambiarse las prótesis porque estaban deterioradas. Sin embargo, el cambio más sorprendente fue su antes y después de quitarse los brackets de la dentadura: "Me cambiaron completamente la forma de la mandíbula", dijo la nuera de Isabel Pantoja (66 años), feliz por presumir en la actualidad de sonrisa perfecta.

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La dura etapa de Irene Rosales

El pasado marzo, después de la triste noticia del fallecimiento de su tía, Irene confesó que estaba "rota". "Es agotador que la vida solo te enseñe a base de pérdidas”, escribió en sus en redes sociales. Además, la modelo, tras perder a su madre y a su padre en un periodo de tiempo muy corto en 2020, intentó buscar alivio en su dolor: "Mi único consuelo es que las hermanas ya estáis juntas". 

Con el objetivo en 2023 de ver a su gente feliz y "no perder a nadie más", Irene ha sido el pilar principal de Kiko en sus duros baches de salud durante 2022. A pesar de que ahora el DJ se encuentra bastante mejor y casi totalmente recuperado, Irene, que tal y como ella dijo se casó "en las buenas, las malas y las regulares", ha estado cuidando a cada instante de su marido cuando ha tuvo varios ataques de gota y cuando sufrió el ictus que le dejó toda la parte izquierda de su cuerpo paralizada.

Centrada en las redes sociales

Como ya ha dicho en numerosas ocasiones, la televisión, al menos por el momento, no es el medio en el que mejor se desenvuelve. De hecho, Irene fue muy feliz durante su etapa como colaboradora de 'Viva la vida', aunque tras varias polémicas familiares prefirió poner fin a su colaboración. Desde entonces, la modelo se ha volcado en su faceta como influencer y publicita algunas marcas desde su Instagram. Con más de 678.000 seguidores, Rosales ha logrado una fuente de ingresos muy importante, un trabajo aparentemente sencillo con el que puede conciliar su vida familiar.