La noche comenzó con el perdón de Irene Rosales. 'GH DÚO' ha supuesto el descubrimiento de la mujer de Kiko Rivera, que siempre había mantenido la calma, sin embargo, el encontronazo le hizo perder los papeles, que fue lo que también les pasó en el confesionario a Alejandro Albalá y Sofía Suescun. Esta era una noche decisiva, la gala en la que Juanmi, Irene Rosales, Kiko Rivera, María Jesús y Alejandro Albalá conocieron que eran finalistas.

 

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Un golpe muy bajo

Alejandro Albalá tuvo que escuchar de la boca de la que había sido su pareja las duras palabras hacia su madre. “Es mala persona”, dijo Sofía sobre Paz Guerra. Pero esa no fue la única afirmación que disgustó a Alejandro.

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El episodio de los celos

“Eres un niñato, eres muy celoso y esos celos traen muchos problemas”, le dijo Sofía. “Tiene complejo de cornudo desde ‘Supervivientes”, arremetió. Pero el de Santander no se quedó callado. “Para decir algo bueno de una persona no hace falta tirar por tierra a otra”, respondía él.

 

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El último abrazo

Cuando conocía que Sofía era la expulsa, Alejandro se vino abajo. Su despedida fue de lo más tierna. "Espera... El último abrazo", le pidió antes de que Sofía abandonara la casa.

 

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Paz Guerra perdona

Cuando llegó al plató, Sofía, que no pudo abrazar a su madre por "sufrir depresión", y Paz se vieron las caras. Y la madre de Albalá, a pesar de estar dolida, confesó que la perdonaba.

 

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La prueba vómito

Aunque estaba previsto que la dirección del programa comunicara a Juanmi, Irene Rosales, Kiko Rivera, María Jesús y Alejandro Albalá que eran finalistas, prefirieron hacerlo de una manera un tanto malvada y se tuvieron que enfrentar a la prueba del vómito.

 

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Peces, en cultura

Una vez más los concursantes demostraron que la cultura general no era su fuerte. Kiko no supo que un triángulo con todos los lados iguales se llama equilátero, Irene desconocía que la capital de Extremadura era Mérida y María Jesús Ruiz creyó que el presidente de Francia era François Hollande  y no Macron. Y ahora queda lo mejor, que llegue el día en el que conozcamos quién se llevará el maletín.