Fallece Mila Ximénez: su hija Alba Santana, el apoyo incondicional que no la dejó "caer en el vacío"

Mila Ximénez vivió para proteger a lo más bonito que nació de su matrimonio con Manolo Santana. "Por ella voy a luchar sin tregua", escribía en su blog para despedir 2020, ese año tan cruel. Cuando en junio apareció el cáncer y con él la incertidumbre y los miedos del "camino jodido" que iba a recorrer, Alba asumió la responsabilidad entonces de cuidarla, tal como había aprendido de su ejemplo.

Estos duros meses de tratamiento contra el cáncer, Mila Ximénez ha contado con el apoyo incondicional e inagotable de Alba Santana, que había vuelto a Madrid para estar con ella. Su hija, que reside en Amsterdam junto a su marido y sus dos hijos, ha vivido en un constante puente aéreo para tirar del carro junto a su madre. "No me permite caerme al vacío y (...) hace de mis días de tormenta una mirada a un arcoíris imaginario que me da esperanza", contaba. 

Tener a Alba a su lado ha sido fundamental para Mila pues, a pesar de esos altibajos en los que se planteó tirar la toalla, le cogía la mano para recordarle "todo lo bueno" por lo que merecía la pena seguir luchando. Gracias al testimonio que dejó escrito, Ximénez nos dejó asomarnos al increíble esfuerzo y a la entereza de su hija, cuando la desesperanza amenazaba los ánimos. "Ha conseguido que no me sienta sola en la distancia y que piense que cada día esta distancia se acorta y que los abrazos serán infinitos. Sabe desenredar los ovillos del miedo con la destreza del optimismo", confesaba.

Este año Mila Ximénez lo estrenaba con una proyección de un futuro lleno de esperanza: "Voy a intentar refugiarme menos en el aislamiento y disfrutar de esos amigos que siempre están ahí para vernos. (...) Sueño con jugar con mis nietos y pasear horas por nuestros parques. Volver a disfrutar de las barbacoas de mi yerno en el jardín y oír el sonido de la tregua de esta pandemia que ha conseguido encerrarnos con los cerrojos del miedo". Semanas después, en su última y significativa aparición en 'Sálvame', Mila Ximénez se desahogaba y expresaba su decisión, muy influida por el bienestar de su hija: “Sé que mucha gente de mi familia se pone de los nervios, pero yo quiero morir bien. (...) Soy una persona que me gusta vivir con calidad de vida. Sé que estoy preparada y cada día estoy más. Vi unas imágenes de Pau Donés con los tubos y me he dicho: ‘Yo no voy a llegar así, ni de coña. Te lo juro por Alba".

La admiración, el amor y el apoyo incondicionales resumen a la perfección el vínculo irrompible que Mila Ximénez creó con Alba Santana. Madre e hija. Pero sobre todo dos mujeres que han afrontado sus vidas con determinación y serenidad. "Doy las gracias por tener a Alba en mi vida", un cariño más allá del espacio y del tiempo.