El elevado nivel de vida de Inma Campano, de 'La isla de las tentaciones 2'

Apodada como la ‘Penélope Cruz de Montequinto’ por ella misma, esta participante del reality de Telecinco sorprende por los lujos de su armario

Conchi Álvarez de Cienfuegos

Redactora Jefe de Clara Corazón

23 de septiembre de 2020, 14:04

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Soy influencer porque me compré un móvil y empecé a colgar fotos en redes sociales”, dice Inma Campano, con una lógica aplastante, como si no hubiera podido ser otra cosa. Como si fuera el sino del héroe. La concursante sevillana de ‘La isla de las tentaciones 2 ha visto cómo su popularidad se disparaba a raíz de participar en el reality de Telecinco, pero lo cierto es que ella era muy conocida en el terreno online. Tan bien le bien le iba, que su trabajo le podía permitir llevar un elevado nivel de vida, tal y como muestra sus fotos, cuajadas de marcas de lujo.

Inma, embajadora de una cadena de perfumerías famosas por sus precios competitivos, vive en Montequinto (Sevilla) con su pareja, Ángel, orgulloso del carácter pizpireto de la influencer. Este trabajo como “beauty embassador”, tal y como ella escribe en su biografía en Instagram, consistiría en hacer llegar a sus 233.000 seguidores y seguidoras las novedades que llegan a las tiendas, hacer sorteos o informar de ofertas. Además, Inma comparte en sus historias destacadas todas sus colaboraciones con marcas, quizás como reclamo para otras firmas que quieran trabajar con ella; algo raro en estos perfiles profesionales, quienes, una vez terminada la acción publicitaria, dejan correr la promoción y no la mantienen. Pero, como decimos, en el caso de Inma esto quizás obedecería a un efecto llamada, a atraer otros compromisos laborales.

Todos estos trabajos le habrían reportado, a juzgar por su colección de bolsos de lujo, unos suculentos beneficios. Y es que en el envidiable repertorio de accesorios que tiene la Penélope Cruz de Montequinto, como se hace llamar, hay desde 'chaneles', pasando por 'vuittones' hasta novedades del mundo de la moda como los mini bolsitos de Jacquemus. Sus “esenciales”, como dice ella en una foto en la que vemos cómo asoma una carísima crema de manos de uno de sus ‘niños’.

Desde los casi 1.200 euros del ‘tote’ por excelencia, el Never Full de Louis Vuitton, a los más de 6.000 euros de la joya de la corona de su armario, el Clásico de Chanel, con su cadena dorada y su doble C bien presente. Estos son los precios originales, los que uno pagaría en tienda por estas piezas, que algunos consideran de ‘coleccionista’; pero también existe la opción, algo más económica (teniendo en cuenta las cifras en las que nos manejamos), de adquirirlos a través de una tienda de segunda mano o un proveedor privado que pone a la venta su colección para, bien sacarse unos eurillos, bien para desprenderse de los antiguos y adquirir unos nuevos. Una de las más famosas es Vestiaire Collective, donde el Chanel se puede comprar por la mitad y el del LV por 1.000 euros raspados.

Está claro que en la era pre ‘La isla de las tentaciones 2’, Inma se lo había montado muy pero que muy bien para tener semejante colección de bolsos (¡que ya querría para sí la propia Penélope Cruz!), ahora, con el despegue absoluto de su popularidad, su armario se convertirá en la verdadera tentación, para las expertas en moda, eso sí.

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