Esta vez, al que le tocaba recibir era a Antonio Orozco, que, gustoso, abrió las puertas de su casa en la costa catalana a Bertín Osborne. Ahí, entre anécdota feliz y recuerdo nostálgico, el coach de ‘La Voz Kids’ contó uno de sus mayores secretos: llegó a perder todo. Dos veces.

Después de haber sido uno de los autores y cantantes más famosos de este país, las malas decisiones le hicieron quedarse con los bolsillos vacíos. De la última vez no hace tanto, fue hace 10 años, en el 2007.

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A pesar de ser una persona con los pies en la tierra, gracias en parte al ejemplo de su madre, quien continua manteniendo el mismo empleo con el que sacó adelante a su familia, limpiadora, Orozco tuvo fallos en el pasado. De los que, sorprendentemente, no se arrepiente, “lo volvería a perder”, le ha confesado al jerezano, adelantándole algo hasta ahora inédito hasta para su familia más íntima.

La primera vez que lo perdí todo fue cuando decidí dedicarme a la música, a los veinticinco años. Lo perdí todo, y lo volví a recuperar. Y en 2007 o 2008, con la crisis, lo volví a perder todo. Absolutamente todo”, y le contaba a Bertín quién había tenido la culpa de todo esto: su mejor amigo. De estos fuertes varapalos y decepciones, él ha sacado una importante enseñanza: “uno siempre tiene que protegerse un poco más allá de lo que cree que es conveniente”.

“De esto nunca he hablado. Es probable que mi familia se esté enterando ahora de esto. Pero lo volvería a perder, lo volvería a hacer”, señalaba, dejando al descubierto lo entregado que es él con las personas a las que quiere.

De ahí salió, cree, “porque el hambre agudiza el ingenio”. “Entonces escribí la que para mí es mi obra más importante, que se llama ‘Único’. Es una obra escrita para hacer 10 conciertos y que ya lleva más de 700 por todo el mundo. Nunca se ha grabado. Es teatro puro”.

“Yo no tengo mucho de nada, pero tengo lo que necesito. Más importante aún, tengo todo lo que necesita mi hijo”, resolvió, feliz de todo lo que ha conseguido gracias a su talento y a su trabajo.