El pasado 20 de noviembre, la reina Isabel II y el duque de Edimburgo celebraron el 72 aniversario de su boda, la cual tuvo lugar en la Abadía de Westminster en 1947. Sin embargo, ambos pasaron por separado este especial día. Mientras que la reina mantuvo su apretada agenda oficial, el príncipe Felipe se quedó en Wood Farm, la finca de Sandringham en Norfolk donde reside desde que se retiró de la vida pública.

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La pareja se ha mantenido inquebrantable a pesar de los 72 años de matrimonio y esto podría ser gracias a que viven separados. El duque de Edimburgo se retiró en agosto del año 2017 y desde entonces, se han visto (al menos públicamente) en contadas ocasiones.

La última vez que el duque de Edimburgo apareció en público fue durante la boda de Lady Gabriella en el castillo de Windsor. El nacimiento de Archie o la presentación a los bisabuelos han sido otras de las ocasiones donde se le ha podido ver.

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GTRES

La reina y el duque tampoco pasan mucho tiempo juntos, aunque sí que disfrutaron las vacaciones de verano juntos. El príncipe Felipe viajó hasta Balmoral para pasar las vacaciones junto a la reina. Tras esto, volvieron a tomar caminos separados y apenas se han visto en dos ocasiones.

En concreto, según ha afirmado el periódico británico ‘Express’, la pareja coincidió durante un fin de semana en el palacio de Sandringham, cuando fue Isabel II la que visitó al duque de Edimburgo, y una vez en Buckingham, cuando él la visitó a ella.

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A pesar de no convivir juntos, la reina Isabel II y el duque de Edimburgo hablan todos los días por teléfono. Aun así, la prensa británica apunta a que el príncipe Felipe no está lo suficientemente cerca como para intervenir en los problemas familiares que últimamente han afectado a la familia. En concreto, la reina lo podría haber echado mucho de menos durante el estallido de todo el escándalo del duque de York.