Como cada año, Buckhinham Palace ha publicado los gastos a los que ha hecho frente la familia real británica y la lista habría pasado desapercibida de no ser por los 2,4 millones de libras públicas que ha costado la reforma de Frogmore Cottage, la nueva casa de los duques de Sussex.
Inmediatamente, los titulares de los portales digitales y redes sociales se han revolucionado tachando de culpable a Meghan Markle a quien califican de "ostentosa" e "hipócrita" al formar parte de numerosas organizaciones benéficas que luchan contra la pobreza. Poco se ha hablado de su marido, el príncipe Harry, y es que aprovechan cualquier situación para atacar a la ex actriz.
Como en todo, siempre hay gente que apoya a la intérprete y recuerda que su boda generó más de 80 millones de libras en la ciudad o que la reforma de Kensington, actual hogar de los duques de Cambridge, fue mucho más cara. Al parecer, este trabajo de conservación está financiado en gran parte por una beca de 63 millones otorgada a la Reina por el Reino Unido para mantener en perfecto estado todas las propiedades de la casa real.
Esos más de 2 millones de euros han ido destinados a la redecoración de puertas y ventanas, reforma completa de la cocina, baños, mejoras de dormitorios, nuevo sistema eléctrico y de calefacción, además de la creación de armarios empotrados en todas las diligencias y la remodelación completa del jardín. Sin duda, una nueva casa en la que son felices junto a su hijo Archie.