María Teresa de Luxemburgo, vetada a tomar decisiones en la Corte

La Casa Gran Ducal acatará severas reformas tras el informe Waringo, un estudio sobre las cuentas y la organización que ha puesto en el punto de mira el comportamiento de la mujer de Enrique de Nassau-Weilburg

Duques de Luxemburgo
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La Casa Real de Luxemburgo continúa enfrentándose a su peor crisis institucional en sus casi dos décadas en el trono. Tras salir a la luz diversos rumores sobre la mala gestión y el funcionamiento de la Corte a raíz de la llamativa salida de empleados de Palacio por el pésimo ambiente laboral que habría generado la Gran Duquesa, El Gobierno ha encargado un exhaustivo informe que aclare la situación.

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Enrique y María Teresa de Luxemburgo

A mediados de mes de enero se daba a conocer el proceso de elaboración del informe Waringo, un estudio encargado por el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, para conocer los entresijos de la Corte, y que ponía a la Familia Real en jaque. La auditoría se hizo pública el pasado viernes, y fue debatida este miércoles en el Parlamento donde se acordó que la institución que capitanea el gran duque Enrique sufrirá profundas reformas. La más llamativa es que María Teresa de Luxemburgo, será apartada de la toma de decisiones del funcionamiento de la Casa Gran Ducal, en especial a lo que concierne al personal de Palacio.

María Teresa de Luxemburgo
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Con estas directrices lo que se pretende es "fortalecer la monarquía", tal y como ha aclarado Bettel, asegurando que el Gran Duque está de acuerdo en llevar a cabo estas pautas. El mismo día que se conocía el documento, de 43 páginas, Palacio emitía un comunicado en el que "en aras de una mayor transparencia y modernización, la Corte contribuirá de manera constructiva a la implementación de las mejoras propuestas en este informe".

A partir de ahora habrá "un organigrama que muestra quién se encarga de qué y no hay lugar para la Gran Duquesa, ya no tiene un lugar en la administración de la Casa", reza el estudio. De esta manera, la esposa del jefe del Estado ya no debería desempeñar labores de contratación de personal, y confirmó lo que era un secreto a voces: la fuga de personal.

En el documento se habla de caos organizativo dentro de la Casa Gran Ducal y de que la esposa del gran duque Enrique sería responsable del ambiente de miedo entre la plantilla, hasta el punto de que más de 50 empleados habrían cesado de sus cargos en los últimos cinco años, de un total de 110 que forman la plantilla de Palacio. A todo ello se le suma la reciente noticia de que Fiscalía investigará además si hubo violencia física contra empleados de la Corte de Luxemburgo.

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