Desde que terminó su confinamiento habíamos visto a Kate Middleton y al príncipe Guillermo acudir a varios eventos por separado. Ahora, por fin, ha tenido lugar la reaparición conjunta de los duques de Cambridge después de pasar los últimos meses en su casa de Anmer Hall. Desde su residencia de Norfolk han protagonizado varias videollamadas conjuntas y si por algo han destacado es porque en la mayoría han mostrado su lado más cercano y divertido. Pese a lo complicado de la situación su estrategia ha pasado por mostrarse positivos y en cada aparición virtual han hablado de su vida privada o incluso han jugado al bingo. Y si algo tiene en común su reaparición conjunta con las apariciones virtuales, es que de nuevo se han mostrado de lo más naturales y muy sonrientes.

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Kate Middleton

El evento elegido por Guillermo y Kate para su reaparición ha sido el aniversario de NHS, el Servicio Nacional de Salud con el que ambos colaboran desde hace años. Los duques de Cambridge han acudido a un hospital de Reino Unido para agradecer el trabajo de los sanitarios que durante la pandemia han estado al pie del cañón y lo han hecho dedicándoles un rato de lo más agradable. Aunque no han llevado mascarilla, tanto Kate como Guillermo han guardado en todo momento la distancia de seguridad con quienes han conversado. Algo que tampoco les ha impedido tomar el té para celebrar el cumpleaños de NHS. Además de disfrutar de esta merienda, ha habido otras anécdotas como el regalo que han recibido para sus hijos. Tres llaveros tejidos con los que se han mostrado encantados.

Kate y Guillermo

Pero si hay un detalle que ha llamado la atención durante la visita ha sido el vestido de Kate Middleton. La duquesa de Cambridge se ha decantado por una prenda de lo más significativa por dos cuestiones. Una es que recuerda mucho a los estilismos preferidos de Diana de Gales.De esta forma una vez más Kate le ha hecho un guiño a su suegra. Otra es que se trata de un vestido que en su día ya lució Mary de Dinamarca. La prenda es de la firma Beulah London, una de las preferidas de la mujer del príncipe Guillermo. El cuello camillero y el estampado floral en el que predomina el color azul marino son los detalles que más destacan de este vestido que tiene un coste de 600 euros. Y cómo no, para esta reaparición tan especial Kate no ha dudado en lucir su famoso anillo de compromiso.