Hace un año, Kate Middleton desaparecía del ojo público para centrarse en el tratamiento contra su cáncer. Tras anunciar oficialmente que padecía esta enfermedad, la princesa de Galés se refugiaba en su hogar para pasar esta etapa lo más tranquila posible. Afortunadamente, poco a poco, la esposa del príncipe Guillermo ha conseguido superar su dolencia y ha vuelto a la vida pública.
Cada vez vemos con más frecuencia a Kate en actos oficiales, tanto sola como acompañada por su marido o toda su familia política. El más reciente ha sido el bautizo de una embarcación en Escocia. La futura reina ha estrellado una botella de whisky escocés en el casco del navío para darlo por inaugurado en el puerto BAE Systems en Scotstoun, en la orilla del río Clyde en Glasgow.
"Tengo el placer de bautizar este barco como HMS Glasgow. Que Dios lo bendiga a él y a todos los que navegan en él", ha dicho Middleton justo antes de presionar el botón que activa el lanzamiento de forma mecánica. Además, el dinero de cada botella del mismo whisky que se venda, una versión exclusiva de la destilería Clydeside, se donará a Place2Be, una organización benéfica que apoya la salud mental de los niños en la ciudad.
El impecable estilismo
Para esta ocasión, Kate se ha decantado por un impecable estilismo marinero que no ha pasado desapercibido. La nuera de Carlos III ha lucido un precioso vestido azul marino de la marca Suzannah. La prenda contaba con ribetes en marfil en la costura central, los bolsillos o la forma del cuello. Su estilo recto favorecía la figura de la princesa y el tejido de crepé de lana italiana era ideal para las temperaturas marinas. Una prenda nada asequible, ya que cuesta unos 2.400 euros.
Cordon Press
A conjunto con el diseño, Middleton ha usado un precioso tocado de la firma Philip Treacy de las mismas tonalidades del vestido. Este accesorio es una obra de arte en sí mismo ya que está formado por capas de sinamay, un tejido ligero y fácilmente maleable, y una silueta en forma de bóveda. Un complemento que ya le habíamos visto lucir con anterioridad, concretamente en el evento de Trooping the Color de 2022.
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Unos sencillos zapatos de tacón en nude de la marca Gianvito Rossi equilibraban los colores tan intensos del resto de elementos. En cuanto a joyas, ha llamado la atención un broche plateado de cardo como homenaje a Escocia.
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Sin embargo, si algo ha llamado la atención ha sido los pendientes que ha lucido la madre de George, Charlotte y Louis. Fabricados con diamantes y zafiros, esta pieza de bisutería era propiedad de Diana de Gales, es decir, la suegra de Kate. Un guiño con el que ha dejado claro una vez más que Lady Di sigue muy presente en el día a día de su familia.
La polémica
Este acto llega tras unas semanas un tanto intensas para los Windsor desde que el príncipe Harry perdió la batalla legal sobre su seguridad en Reino Unido. El marido de Meghan Markle no se conformó con emitir un comunicado, sino que hizo una entrevista para la BBC en el que hacía un llamamiento a su familia. "Ha habido muchos desacuerdos entre algunos miembros de mi familia y yo, pero ahora los he perdonado", aseguraba.
Unas declaraciones con las que Harry intentaba reconectar con su hermano y padre, pero que lograban todo lo contrario. Inmediatamente después de escuchar sus palabras, ciudadanos y expertos desataron una ola de furia contra el príncipe por haber vuelto a exponer la vida privada de los royals británicos.
Tanto es así que una experta británica ponía entre las cuerdas a Kate y Guillermo al decir claramente qué debían hacer con Harry y Meghan. "Dedebería despojar a Harry y Meghan de sus títulos reales", aseguraba A.N Wilsonen el 'Daily Mail'. Una decisión que si no toma Carlos III deberían hacerlo los príncipes de Gales. "El público está harto de su patética postura, por esta única e imperdonable razón. Han causado un daño irreparable", zanjaba.