En la crónica real no se habla de otra cosa y no es de extrañar. Letizia (52 años) y Leonor de Borbón (19 años), su primogénita y futura jefa de Estado de la nación, se han reencontrado tras casi cuatro meses separadas. Esa distancia que se han visto obligadas a tomar con motivo de la formación militar de la princesa, instalada desde el pasado en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, el navío de la Armada que ahora la ha llevado hasta Panamá.
Es esa la última de las paradas que la heredera y el resto de guardiamarinas han hecho, con la particularidad de que, al llegar a puerto, tuvieron ocasión de reencontrarse con algunos de sus familiares. En el caso de Leonor, con su madre. Con la Reina, desplazada hasta allí en el fin de semana del Día de la Madre, y dispuesta a pasar junto a ella unos días en los que, sin duda, está quedando más que evidenciado que tienen una excelente sintonía. Pero, ¿cómo se vivió realmente tan emotiva reunión desde allí?
Los medios panameños recogen el encuentro entre Letizia y Leonor
Si bien bastaron minutos para que los medios y las agencias de comunicación se hiciesen eco de todo lo que aconteció durante el reencuentro, hay algunas cuestiones que van más allá de las fotografías. Esas instantáneas que ya han dado –literalmente– la vuelta al mundo, en las que la consorte y su hija se abrazan con fuerza, sin dejar de esbozar una sonrisa en su rostro, y se muestran infinitamente felices por poder volver a compartir espacio.
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Sea como fuere, y aunque lo tierno es evidente, han sido las publicaciones locales las que han logrado incidir con mayor detalle en el instante que está en boca de todos. Para muestra, textos difundidos en portales panameños como 'Ellas', donde la periodista Diana Fernández ha publicado una crónica de la jornada en la que destacada el modo en que Leonor "con una sonrisa en el rostro, abrazó con fuerza a su madre, que la recibía con los brazos abiertos".
El caso es que el escrito de Fernández va un paso por delante de las obviedades, como que "la reina Letizia optó por un atuendo completamente blanco que, consciente o no, la hacía confundirse entre los estudiantes". Y es que ser analítico era difícil, porque el dúo madre e hija se situó "justo en el medio de todos, por lo que era complicado alcanzar a verlas claramente". Como los demás, entre la multitud y sin distinción alguna. Una forma de proceder que entronca directamente con el análisis de Fernández sobre la forma en la que el capitán de la embarcación hizo alusión a la hija de Felipe VI.
Diana Fernández señala el modo en el que el capitán 'habla' de la princesa
Porque sí, la prensa presente tuvo ocasión de charlar de forma distendida con el líder al frente de la travesía, "quien comentó lo felices que estaban de llegar a Panamá", así como aportó el dato curioso de que "su propia hija había viajado hasta acá para encontrarse con él". La cuestión es que su intervención para con los periodistas estuvo centrada en asuntos prácticos del crucero de instrucción, como el tiempo que pasarán en el país y cuáles son sus próximos destinos. ¿Y qué hay de la situación concreta de la futura monarca?
"Fue interesante la forma en que el capitán se refería a la princesa Leonor", recoge Diana. ¿El motivo? "Nunca la mencionaba directamente, sino que hablaba en general sobre sus guardiamarinas". Algo cuando menos curioso, pero que demuestra de nuevo que, a pesar de su rol institucional, no habría un trato preferente con ella. De hecho, Fernández se interesó por saber si la nieta de doña Sofía tenía un camarote propio, y "el capitán nos indicó que en el barco solo había nueve guardiamarinas mujeres y que se dormía por grupos".
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Así que sí, tal y como ya se había anticipado, "la princesa vive acompañada, como una estudiante más". Y precisamente por eso, dejando de lado la excepcionalidad de su figura dentro del organigrama real, el encuentro con su madre fue en realidad uno más de los que vivieron todos sus compañeros de aventura. Porque ella es una más.