La coronación de Carlos III (74 años) está cada vez más cerca y se ha convertido en todo un evento rodeado de polémicas, principalmente por la disputa de los duques de Sussex con la familia Windsor, pero no es la única complicación que ha salido a la luz. Recientemente, los medios franceses han publicado el posible conflicto que habría entre Carolina de Mónaco (66 años) y la princesa consorte, Charlene (45 años).

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Carlos y Camilla

Según la prensa gala, el príncipe Alberto y Charlene no irán al evento histórico del 6 de mayo en la Abadía de Westminster, ignorando así las declaraciones que hizo Alberto II de Mónaco a la revisa People: "No sé cuántas coronaciones de un monarca inglés veré en mi vida, así que intentaré disfrutarla". A pesar del mensaje tan claro y rotundo lanzado por el jefe de la casas Grimaldi, los medios galos insisten en la ausencia de ambos a la coronación de Carlos III.

Estos rumores y suposiciones se deben a las palabras de Nicolas Fontaine en las que afirma que existe la posibilidad de la ausencia de los príncipes de Mónaco al que será el evento real del año. Aunque se baraje la 'baja' de Alberto y Charlene, es posible que otro miembro de la familia real monegasca acuda a este evento y el nombre que salta a la palestra es el de Carolina de Mónaco.

Actualmente, la princesa Charlene tiene la potestad y los recursos necesarios para obligar a su cuñada a acudir a la coronación de Carlos III en nombre de la familia real de Mónaco o incluso sustituirla en caso de que ella no acompañe a Alberto II.

El príncipe Alberto y su hermana, la princesa Carolina

El príncipe Alberto II y su hermana, la princesa Carolina

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¿Qué razones tiene Carolina de Mónaco para no querer asistir a la coronación de Carlos III?

Cuando la princesa Carolina de Mónaco y el rey Carlos III eran jóvenes, coincidían en muchísimos eventos de la realeza. Tanto es así que hasta compartían coche si hacía falta. Después de tantas coincidencias, fortuitas o no, se llegó a especular que la casa Windsor y la Casa Grimaldi podrían llegar a unirse si Carolina y el príncipe de Gales se comprometían.

Hubo uno de los amigos del actual monarca británico, Broderick Munro-Wilson, que cuenta cómo fue aquella época para el hijo de Isabel II y el duque de Edimburgo: "Pensaba que Carolina de Mónaco era casi la única posibilidad que tenía [de casarse]". Finalmente, esa posibilidad se desvaneció cuando la primogénita de Grace Kelly y Rainiero III de Mónaco se casó con Philippe Junot.

Imagen de archivo de Carlos III y Carolina de Mónaco

Carlos III y Carolina de Mónaco, compartiendo limusina en 1977

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Tanto Carlos como Carolina no tienen un buen recuerdo de aquella época, la princesa monegasca por su matrimonio fallido y, el rey británico por la presión que ejercía la prensa inglesa para que eligiera a alguna de las candidatas apropiadas a su posición. Tanto fue el agobio que eso generó en Carlos III que bromeaba con sus compañeros del Trinity College de Cambridge sobre la posibilidad de "volverse gay" para no tener que afrontar la presión mediática.

Otro de los motivos por los que la relación de Carlos y Carolina no fue idílica se debe a un momento de tensión que vivieron cuando el rey británico estaba casado con Diana de Gales. Fue durante una cena de gala en el castillo de Chambord, un edificio histórico situado en el Valle de Loira. Ambas mujeres gozaban de gran popularidad en los medios y la velada se torció después de Carlos se mostrara muy receptivo al encanto de Carolina. Aquello dejó devastada a la princesa de Gales.

Mientras su esposo disfrutaba de una cena tranquila y divertida, Diana de Gales se mostró malhumorada y celosa después de haber sido ninguneada por su marido. La madre de Guillermo y Harry decidió abandonar la cena de manera furtiva. Después de ese contratiempo las dos princesas no volvieron a verse.