Sus polémicas y arranques infantiles pueden con la paciencia de cualquiera, pero Alba Carrillo tiene un lado buenísimo. Ese en el que la convierte en indispensable de la pequeña pantalla. La colaboradora de 'Ya es mediodía' es única para contar anécdotas que la humanizan. Ni qué decir de su irónico sentido del humor y su capacidad ilimitada para reírse de ella misma. Nuevamente, 'picada' por su compañero Miguel Ángel Nicolás se ha visto presionada a contar la incómoda situación que vivió ante Rocío Carrasco. El programa de Sonsoles Ónega se encontraba enfrascado en debatir sobre una noticia de la hija de Rocío Jurado quien, además, es gran amiga de Alba.

Miguel Ángel, que parece especializado en provocar a la modelo, desde que la semana pasada la retara a ir en busca de Fonsi Nieto a uno de sus bolos en Toledo, animaba a su compañera a dar color con su anécdota a lo que se estaba hablando.

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Alba y Rocío habían quedado para cenar hace unas semanas. Era una velada para cuatro y, "en el restaurante pusieron como etiquetas con los nombres y pusieron también a David", ha contado Carrillo. Una coincidencia desafortunada pues, por aquel entonces, la tertuliana acaba de romper con David Vallespín. "David no venía... Éramos cuatro, pero no era David", matizaba un poco abochornada.

A Sonsoles se le abrían los ojos como platos: ¿Alba estaba confirmando que ya tenía 'recambio' de su 'ex'?. "¿Y era otro?", le preguntaba la presentadora sin poder disimular su sorpresa. Pero nada más lejos de la realidad (y no porque no pudiera ser plausible, claro). "Vino mi madre", ha acabado confesando Alba quien, con cierto fastidio afirmaba: "Reservas para cuatro y dan por hecho muchas cosas...".

Ya es mediodía