Ana Guerra (31 años) ya sabía lo que es concursar antes de atreverse con 'Tu cara me suena'. Saltó a la fama con 'Operación Triunfo 2017'. Conquistó al jurado y al público. Estuvo a punto de representar a España en Eurovisión, pero se conformó con ser la canción del verano (con 'Lo malo'). En el talent de Antena 3, ha vuelto a demostrar que talento no le falta. Tampoco tesón y ganas de trabajar. Disfruta de la música como si fuese el primer día. La diferencia es que ahora lo hace con más experiencia y acompañada de Víctor Elías. Para muchos, sigue siendo Guille, de 'Los Serrano', pero en este tiempo se ha consolidado como un músico destacado y una persona que ha superado situaciones muy difíciles.
'Tu cara me suena' ha permitido que los espectadores vean una faceta muy íntima de Ana Guerra. La canaria ha reído y ha llorado junto a sus compañeros. Ha mostrado una pincelada de cómo es su matrimonio con Víctor Elías. "Ven todas las semanas, que necesito tu perspectiva y tu muleta aquí conmigo", le dijo delante de todos. También ha compartido lo importante que es el 'Nessun dorma' de Luciano Pavarotti. En Lecturas, hemos hablado con Pau Sabaté, experto en imagen y marca personal, para analizar cómo el concurso puede afectar a la trayectoria de la cantante.
"Ana Guerra ha sido una de las protagonistas indiscutibles de esta edición de 'Tu cara me suena'. Lo ha sido no solo por su voz ni por su capacidad para adaptarse a estilos muy diferentes, sino por la manera en la que ha utilizado el programa como una herramienta para mostrar una versión más completa y madura de sí misma", expone Pau Sabaté.
Ya en la primera gala dejó claro que no estaba allí solo para entretener. Quería competir. "Su participación se ha convertido en un escaparate de su versatilidad. En pocas semanas la hemos visto interpretar a artistas tan dispares como Karol G, Alicia Keys, Thalía o Luciano Pavarotti. Cada actuación ha mostrado una parte distinta de ella: su soltura escénica, su capacidad vocal, su sensibilidad", señala el experto en imagen y marca personal.
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Ana Guerra muestra su faceta más íntima
Pau Sabaté tiene claro que Ana Guerra no solo quería hacer imitaciones, "quería contar algo de sí misma en cada actuación". "Y ahí ha estado una de las claves de su impacto en el programa. En lugar de buscar la perfección técnica en cada número, ha priorizado conectar con el público, usar el escenario como un espacio para compartir no solo su talento, sino también su historia personal", señala.
Esto ha permitido que el público vea una muestra de cómo es su matrimonio con Víctor Elías, junto a quien imitó a Laura Pausini, o que se emocionase con ella al recordar a su difunto abuelo cantando 'Nessun dorma' de Luciano Pavarotti.
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Otro aspecto importante de su paso por el programa ha sido la forma en la que ha
manejado la presión y las dificultades: "Ha hablado con naturalidad de sus inseguridades al principio del concurso, ha reconocido que sentía miedo ante el reto de imitar a figuras tan grandes y tan diferentes entre sí y esa honestidad, lejos de restarle, ha generado simpatía. El público no busca perfección absoluta, sino personas que se muestren tal como son y Ana ha sabido hacerlo con calma y autenticidad".
El cambio radical de Ana Guerra
En lo que respecta a su marca personal, según apunta Pau Sabaté, Ana Guerra ha dado un paso importante. "Ha ampliado la percepción que el público tenía de ella. Ya no es solo 'la cantante que salió de Operación Triunfo', sino que ahora se percibe como una artista más completa, con capacidad de adaptarse a distintos registros, con sensibilidad, compromiso y un enfoque profesional serio", apunta. "No ha buscado el protagonismo por la vía fácil, se ha ganado el respeto desde el trabajo, la constancia y el cuidado con el que ha tratado cada una de sus intervenciones".
"'Tu cara me suena' le ha permitido mostrarse de una forma más amplia y más humana,
ya que ha sabido usar la televisión como un medio, no como un fin. No ha interpretado
personajes solo para brillar, sino también para expresar algo más profundo y esa
estrategia, basada en la autenticidad y en la coherencia entre lo que dice y lo que
muestra, ha sido efectiva y bien recibida", señala.
Pau Sabaté está convencido de que el ganar o no 'Tu cara me suena' es una cuestión secundaria. "Aquí lo verdaderamente importante es lo que ha conseguido reposicionar su imagen como una artista en evolución, con una propuesta más madura y cercana y eso es mucho más valioso que cualquier trofeo, porque es lo que garantiza una carrera sostenida en el tiempo", concluye el experto en imagen y marca personal.