El juego del calamar' ha sido una de las series más rompedoras de los últimos años. La ficción coreana abrió al gran público las puertas de la industria de este país y también de su forma de contar historias.
En este caso, una historia macabra sobre un grupo criminal organizado que capta a personas en riesgo de exclusión y con grandes deudas para jugar en una isla perdida a un juego a vida o muerte. Cientos de personas participan y solo el ganador saldrá con vida y con millones de wones. Juegos inspirados en los de los patios y recreos infantiles, pero con consecuencias irreversibles.
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Todo esto se crea para servir al siniestro placer de una élite de millonarios que se divierte viendo cómo los "desgraciados" se matan unos a otros y transgreden todo tipo de códigos y normas morales para ganar dinero y salvarse. Cada vida tiene un precio, cuando uno es eliminado ese dinero se suma a un bote general que será el que se lleve el ganador final. Además (y por si fuera poco), los jugadores eliminados que no mueren en el acto sirven como perfectos "donantes" de órganos para una red ilegal. El negocio es redondo.
En definitiva, 'El juego del calamar' es una bruta y descarnada ventana de ficción al sistema capitalista en el que vivimos. Las vidas tienen un precio. Los que quedan fuera del sistema o se salen de él por diferentes motivos se convierten en carne de cañón para los depredadores que no tendrán compasión en eliminarlo para seguir enriqueciéndose y no perder ni un centímetro del bienestar adquirido.
A partir de ahora nos meteremos en tramas específicas de la tercera temporada y especialmente del episodio final de la serie. Alerta de SPOILERS.
El discurso final
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Tras unos juegos igual de sangrientos y emocionantes como los de la primera y segunda temporada, la tercera llega a su batalla final en el episodio 6. Un último juego en el que los jugadores que quedan deben eliminar a tres personas si quieren repartirse el premio acumulado y volver sanos y salvos a casa. Sin embargo, nada es lo que parece cuando un juego se plantea y el ser humano en este tipo de situaciones de estrés y miedo extremo siempre te sorprende. Alianzas, estrategias y violencia que acaban con prácticamente todos los jugadores a excepción de Gi-hun, el bebé y el padre del bebé.
Uno de los tres debe morir cuando comienza el reto, sin embargo, no han pulsado el botón de inicio que hace que la muerte que ocurra en esos momentos no "cuente". El que acaba cayendo al vacío es el padre de la niña, pero siguen necesitando una muerte más para que haya un ganador. Eso pone a Gi-hun frente al dilema de morir él mismo, salvar al bebé o, de no tomar una decisión a tiempo, acabar los dos asesinados.
El protagonista no nos decepciona y descubrimos que su plan es que sea el bebé quien sobreviva. Decide dejarse caer al vacío no sin antes decir unas palabras frente al líder para dejar bien claro quién es él, qué opina de lo que hacen y de todo lo que ha vivido en los últimos años. "No somos caballos. Somos seres humanos. Los humanos son...", dice justo antes de tirarse.
La frase y la reflexión queda abierta para que el espectador la termine con su propia conclusión tras ver la serie. Según el creador es una decisión tomada para ello porque los humanos somos complejos y categorizarlo en una sola frase era muy difícil. Con esta metáfora se refiere claramente a las apuestas en las carreras de caballos y a cómo les han tratado, como meros peones de un juego mortal para su divertimento y enriquecimiento.
¿Qué ocurre con el bebé?
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Como sabes, el bebé (convertida en la jugadora 222 tras el fallecimiento de su madre) gana los juegos tras el sacrificio del protagonista. Lo que no sabemos es si será en vano o no. ¿Te fiarías de los que organizan esos juegos? Al parecer Gi-hun no tiene otra alternativa y elige morir en la última ronda para salvarla y que el bebé tenga una oportunidad de vivir y hacerlo con ese gran premio.
En una entrevista con 'Tudum' de Netlix, el creador de la serie, Hwang Dong-hyuk, explicó la peculiaridad de incluir al bebé en los juegos, señalando que "representa a la generación futura". "Creo que también tenemos la responsabilidad y el deber de hacer todo lo posible para dejar un mundo mejor para la generación futura. Que el bebé saliera victorioso estaba en consonancia con el significado de 'El Juego del Calamar'", aseguró.
Queda entonces en manos del líder que tiene un plan perfecto para esa niña huérfana, pero multimillonaria. El actor que lo interpreta, Lee Byung-hun, explicó así en 'Tudum' esa decisión. "Eso realmente resaltó que aún conserva ese último vestigio de humanidad en lo más profundo de su ser. Ese fue el acuerdo al que llegamos el director Hwang y yo. Así interpreté a mi personaje", aseguró.
Poco después vemos cómo entrega el bebé a su hermano, el policía que durante toda la serie intenta desmontar el juego y llevar a sus responsables ante un juez. Decide que una persona de confianza como él se responsabilice de la pequeña y le entrega una tarjeta de crédito con todo el dinero que le corresponde como ganadora. El líder queda impune pese a haber sido el responsable de los juegos, inmoló la isla y huyó a tiempo eliminando todas las pistas.
¿Y el resto de personajes?
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Además de cerrar esta trama, el final de la serie a modo de epílogo (hubiera sido mejor con escenas postcréditos y haber terminado en lo más alto con Gi-hun cayendo) vemos cómo se cierran las cuentas pendientes de Gi-hun y de los otros personajes que han estado implicados de una u otra forma con el juego.
- El hermano de Kang Sae-byeok, jugador 067 de la primera temporada, logra reunirse con su madre y salir de Corea del Norte tal y como Gi-hun le prometió antes de morir.
- Al líder le perdona la vida su hermano en el último instante cuando le tiene a tiro. Recordemos que en la primera temporada, sucedió al revés.
- El líder viaja a Los Ángeles y entrega a la hija de Gi-hun algunas pertenencias de su padre y una tarjeta de crédito con todo el dinero acumulado como ganador del juego (en la primera temporada).
- También se ¿cierra? la historia de la desertora del Corea del Norte, Kang No-eul, la guardia enmascarada número 11. Logra, contra todo pronóstico salvar al jugador 246. Tiempo después va a verle aunque él no logra reconocerla y descubre que la hija enferma ha conseguido recuperarse. En ese momento recibe noticias de que puede que su hija, a la que daba por muerta, esté en China. No lo duda y coge un vuelo.
- Y si te preguntas qué pinta Cate Blanchett en todo esto, como captadora de jugadores en EE.UU, pues la respuesta es que nos dejan con la miel en los labios de lo que podrá ser el spin off norteamericano de la serie que se planea que dirija David Fincher y que comience muy pronto a rodarse sin confirmación aún de quiénes participarán.