Se estrenó ayer y ya reina en Netflix: la intensa temporada final de la serie coreana que nos dejó sin palabras

Por supuesto, antes de 'El juego del calamar', las series y toda la cultura de Corea ya tenían fieles fans a nivel global. Desde los grupos de música a la cosmética, la forma de vestir, de cortarse el pelo y, por supuesto, también la industria cinematográfica y televisiva. 

Cuando se unieron el potencial de Netflix con el de la serie 'El juego del calamar' se desató la locura. El formato era perfecto para enganchar, un juego a vida o muerte, descarnada, dura, diferente para el espectador medio que no podía hablar de otra cosa y que, si no la había visto, se veía obligado a hacerlo porque la serie se había convertido en la conversación social más repetida.

Era 2021 y estábamos en pleno momento pandemia/postpandemia en el que las series se convirtieron en un genial vehículo de desconexión de una realidad aterradora, quizá la que proponían esos juegos infantiles mortales era una distopía tan increíble que enganchaba. 

¿Cómo es la tercera temporada de 'El juego del calamar'?

En 2024 llegó la segunda temporada de la serie creada por Hwang Dong-hyuk y el reto de ver cómo continuaban la historia tras ver a nuestro protagonista salir ileso, pero dejándonos con muchas preguntas. Algunas de las respuestas aparecieron en las nuevas tramas acompañadas de nuevos personajes y algunos de los antiguos. Ahora toca buscar venganza y justicia, pero ¿es viable? ¿Merece la pena jugarse la vida por ello? Para Seon Gi-hun, desde luego, sí. 

La tercera temporada, que se estrenó en Netflix el 27 de junio consta de 6 episodios de una hora de duración aproximadamente. Lo justo para cerrar la historia de este hombre que no tenía nada que perder, sin rumbo en la vida y que en lo más profundo de las cloacas encontró el valor y el precio de la vida.

El capitalismo extremo, la desigualdad de clases, de género y hasta cuestiones como el edadismo o la homofobia se tratan en este thriller distópico sangriento y con algún guiño de humor negro. El sistema, para el personaje que interpreta Lee Jung-jae, solo se puede destruir desde dentro. Aunque puede que te devore antes de que lo consigas...

¿Es la última? 

El creador de 'El juego del calamar' ha concebido la tercera temporada como el cierre definitivo de la historia original.

Sin embargo, para Netflix esta es una franquicia a la que se le puede sacar aún mucho más jugo y no se descarta que pueda seguir explotando la marca en otros formatos, ya hemos visto algún reality, juego y quizá podamos ver hasta un remake del que ya hay rumores. 

Cómo quedó la historia... (spoilers de la temporada 2) 

Gi-hun consigue infiltrarse en una nueva edición de los juegos tras ganar en la primera temporada, pero sentir que lo ha perdido todo y tener el deseo de destruirles desde dentro. Una vez ahí se encuentra con un amigo de su barrio Jung-bae (Lee Seo-hwan) y consigue nuevos aliados entre los jugadores a los que convence para hacer una rebelión contra los organizadores del juego. Lo que no imagina es que Hwang In-ho (Lee Byung-hun), líder de la organización, también está infiltrado y va a sabotear todos sus esfuerzos. Se verá de nuevo en el juego y con, quizá, la desconfianza de sus nuevos amigos.

Estamos conociendo también más detalles de cómo funciona la organización desde el lado de los vigilantes, con una trama muy interesante y también la del policía que investiga los juegos y que está buscando (por ahora sin éxito), la isla en la que se disputan.

Ya estás totalmente preparada para ver los nuevos episodios y dejarte sorprender por los límites del ser humano, el estilo de las series coreanas y el final de un juego que pone precio a la vida.

¿Viste la famosa escena postcréditos de la segunda temporada? Un avance terrorífico de lo que nos espera en las nuevas entregas porque mostraba un nuevo muñeco con ojos letales que vigilaba con sensores a los jugadores. Esta y muchas otras novedades esperan en la tercera temporada para sorprendernos y darle un justo final a esta serie con millones de fans en todo el mundo.