La brisa salina y la luz dorada de Jávea (Xàbia) han conquistado a miles de viajeros, pero pocos la disfrutan con tanta devoción como Pablo Motos (59 años). El célebre presentador de “El Hormiguero”, uno de los programas más vistos de la televisión española, ha hecho de este pueblo de la Costa Blanca su refugio estival y centro de operaciones creativas.
Entre calas de aguas turquesas y villas exclusivas, Pablo Motos encuentra el equilibrio perfecto entre lujo, naturaleza y tradición, lejos de la frenética rivalidad televisiva que mantiene con otros formatos como 'La revuelta' de David Broncano.
Pablo Motos, una carrera de éxitos y rivalidades de la que desconecta en Jávea
Nacido en Requena en 1965, Pablo Motos ha forjado una de las trayectorias más sólidas de la televisión y la radio españolas. Tras sus inicios como locutor y director en la Radio de Requena, dio el salto a programas de éxito en Onda Cero y M80 Radio, donde presentó 'No somos nadie' antes de dedicarse por completo a la televisión. En 2006 creó 'El Hormiguero', un formato innovador que combina entrevistas, humor y ciencia, y que desde entonces lidera las audiencias nocturnas en Antena 3.
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Su carisma y capacidad para atraer a invitados internacionales lo han convertido en un referente, aunque la competencia con David Broncano y 'La Revuelta' ha avivado en los últimos años una sana rivalidad por el trono del entretenimiento nocturno. Mucho estrés del que desconecta en su lugar favorito del mundo.
Pero mientras las cámaras y los focos se apagan en Madrid, Motos se traslada a Jávea, donde disfruta de la tranquilidad del Mediterráneo y planifica, junto a su equipo y amigos de toda la vida, los contenidos de la siguiente temporada.
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Su villa, situada cerca del Cabo de la Nao, se ha convertido en escenario de reuniones creativas y celebraciones veraniegas, y es habitual verle en restaurantes locales compartiendo mesa con otros rostros conocidos como Arturo Valls.
Historia de Jávea: entre el mar y la montaña
Jávea, situada en la comarca de la Marina Alta, presume de una historia milenaria. Sus orígenes se remontan a la época romana, cuando era un enclave comercial estratégico gracias a su puerto natural.
Durante la Edad Media, la villa estuvo fortificada para protegerse de los ataques piratas, y su casco antiguo aún conserva el trazado medieval, con calles estrechas y casas de piedra tosca. La iglesia-fortaleza de San Bartolomé, del siglo XIV, es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura defensiva de la región.

El casco histórico de Jávea.
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El desarrollo turístico llegó en el siglo XX, pero Jávea ha sabido preservar su esencia, combinando la vida marinera con una oferta cultural y patrimonial que la distingue de otros destinos de la Costa Blanca.
Qué ver y hacer en Jávea: naturaleza, cultura y aventura
Playas y calas: La playa del Arenal, con su arena fina y aguas poco profundas, es ideal para familias. Pero los verdaderos tesoros son las calas escondidas: la Granadella, la Barraca (Portitxol) y Ambolo, de aguas cristalinas perfectas para el snorkel y el buceo.
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Deportes acuáticos: Jávea es un paraíso para los amantes del mar. Se puede practicar paddle surf, kayak, buceo o navegar en moto de agua. Empresas locales como Mardays Buceo Jávea organizan cursos y excursiones para todos los niveles.
Rutas de senderismo: El Parque Natural del Montgó, que domina el horizonte, ofrece rutas entre pinos y vistas espectaculares sobre la costa.
Gastronomía: sabores del mar y la huerta
La cocina de Jávea es un reflejo de su entorno: productos frescos del mar y de la huerta alicantina. Entre los platos imprescindibles destacan:
Arroz a banda: Un arroz meloso cocinado con caldo de pescado, típico de la zona.
Fideuà: Similar a la paella, pero con fideos en lugar de arroz y abundante marisco.
Suquet de peix: Guiso marinero de pescado fresco y patatas.
Cocas y dulces locales: Las cocas saladas y los pastissets de boniato son perfectos para acompañar un café en una terraza del casco antiguo.
Restaurantes como El Mirador, frecuentado por Pablo Motos, ofrecen arroces y pescados con vistas al mar, mientras que las tabernas del puerto invitan a degustar tapas en un ambiente relajado.
Atractivos únicos: exclusividad y autenticidad
Lo que diferencia a Jávea de otros destinos es su equilibrio entre exclusividad y autenticidad. Aunque es refugio de celebridades y famosos nacionales e internacionales, el pueblo mantiene su carácter acogedor y su ritmo pausado. Las urbanizaciones junto al mar ofrecen privacidad y lujo, mientras que las fiestas populares, como el “Bous a la Mar” o los Moros y Cristianos, permiten al visitante integrarse en la vida local.
La diversidad de paisajes, desde calas vírgenes hasta montañas cubiertas de pinos, y la calidad de vida han convertido a Jávea en una joya del Mediterráneo, conocida como “la Ibiza peninsular.”
Dónde dormir: alojamientos para todos los gustos
Jávea cuenta con una amplia oferta de alojamientos, desde hoteles boutique en el casco antiguo hasta villas de lujo frente al mar. Las urbanizaciones cercanas al Cabo de la Nao ofrecen privacidad, jardines y piscinas infinitas, ideales para quienes buscan tranquilidad y exclusividad. Para una experiencia más auténtica, los pequeños hoteles familiares y las casas rurales permiten disfrutar del ambiente local y de la hospitalidad mediterránea.
Tanto si se busca el bullicio del Arenal como la paz de una cala escondida, Jávea ofrece opciones para todos los viajeros, haciendo de cada estancia una experiencia inolvidable.