Los misterios de Julio Iglesias no dejan de crecer

El misterio Julio Iglesias. “Está muy bien”. “Está tranquilo, escribiendo sus memorias”. “Se encuentra fenomenal”. Son mantras que repetimos desde hace años, su familia, sus amigos, las personas que lo queremos y admiramos. Julio José, su hijo, lo dijo en televisión, “está hecho un toro”, Jaime Peñafiel, su compadre, lo acaba de escribir, “mantuve una conversación con Julio la semana pasada y me dijo que estaba de puta madre”. Un amigo suyo me llamó hace un mes: “Julio está muy bien, que lo sepas, escribiendo sus memorias, muy tranquilo. ¿Si se ha retirado? No, por supuesto, está componiendo, preparando un disco”. 

Lo cierto es que la última actuación de Julio fue un evento privado, la boda de un magnate ruso, por el que cobró dos millones de dólares en 2019. En octubre de ese año dio un concierto íntimo en el Albert Hall de Londres en el que cantó poco y habló mucho, “una velada pasada de moda, pero conmovedora”, dijo The Telegraph. Y su última gira fue una pequeña tanda de conciertos en México en abril de ese mismo año, en los que tuvo problemas de voz e incluso llegó a caerse en la rampa de ascenso del Auditorio Nacional. Su actitud sobre el escenario fue muy extraña, ya que se sentó entre los músicos y apenas se le veía ni se le escuchaba. Ante las protestas del público tomó el micrófono: “No quiero que me vean porque estoy muy feo, y no importa si no se me escucha, lo que importa es que estoy aquí con ustedes”. Pero desde entonces se han anunciado giras que han terminado por suspenderse con diferentes excusas, actuaciones con las entradas vendidas que se han cancelado... Su último disco, uno de duetos, es de 2017. Su página web está inactiva, el proyecto de inaugurar el nuevo estadio del Real Madrid que anunciamos aquí en exclusiva ha caído en el olvido, ha parado la producción de dos series como mínimo sobre su persona, una basada en el libro de Alfredo Fraile, que falleció de covid. Ya no va a su casa de Ojén, ¿cuántos años hace que no pisa España? ¿Nueve? 

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Con motivo de su 80 cumpleaños se le preparaban homenajes en Galicia, en Marbella, en Valencia, pero ya hizo saber a los organizadores que no acudiría y que no le gustaba que le recordaran la edad. Aparte de algunos mensajes en Twitter, una carta pública y alguna foto borrosa, lo cierto es que desde hace cuatro años Julio no solo no da conciertos, sino que no lo hemos visto. El cantante más internacional y famoso de España lleva una vida tan misteriosa que ni siquiera sabemos dónde vive y con quién vive. Sinatra, su ídolo, a su edad cantaba todavía, Tony Bennet sacó un disco con Lady Gaga a los 86 años. Los artistas de su generación siguen en activo, Raphael acaba de dar un concierto en Sevilla, Serrat, de su edad, hizo una gira el año pasado con cincuenta galas, ‘El vicio de cantar’, se llamaba. Miguel Ríos está imparable, como Sabina y Víctor Manuel, por no hablar de Bob Dylan, que sigue llenando escenarios a los 82 años, como los legendarios Rolling Stones... Hasta Paul McCartney, de 81, está programando una gira para el 2024 que incluye España. Y Julio, que es un animal de escenario, al que el contacto con el público es lo que más le gusta del mundo, ¿retirado? Él, que me confesó hace años “no me gusta bucear porque los peces no saben aplaudir”, ¿haciendo vida de jubilado y contando batallitas de abuelo cebolleta en unas cuartillas?

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Pero el misterio, el enigma, no solo le atañe a él, sino a su familia. No sabemos nada de Miranda tampoco, pese a que ella sí pasa los veranos en la fabulosa casa de 450 hectáreas de Ojén. Los cinco hijos que ha tenido con ella, excepto uno, son 
mayores de edad y son totalmente anónimos, incluso Rodrigo, al que Julio presentaba como su sucesor, “será el mejor de la familia, canta como los ángeles...”, presumió hace unos años. Pues, desde entonces, el chico está desaparecido del mapa, si sigue cantando lo hará en la intimidad de su hogar, aunque no sabemos cuál, pues nadie está seguro de donde viven, aunque por deducción deben hacerlo en Miami ya que el niño pequeño, Miguel, de 16 años, ahora nos hemos enterado de que va al mismo colegio que los hijos de Shakira. Las niñas, esas chicas tan guapas que iban para influencers, amantes de los animales, educadas y simpáticas, que se pusieron de largo en París en una fiesta a la que solo van los hijos de las celebrities, que decían que se iban a vivir a Nueva York para estar cerca del mundo de la moda, también han decidido retirarse de la vida pública como su padre, y eso que solo tienen 22 años.

Es de suponer que están haciendo piña alrededor de Julio, arropándole o protegiéndole, aunque aún no sabemos por qué ni de qué. Yo creo que los periodistas, su público, sus fans, las personas que lo admiramos desde hace cincuenta años, también formamos parte de su familia y también queremos saber qué pasa. Una vez alguien que ya no está aquí me dijo de su amigo: “Julio siempre está rodeado de gente, pero es el ser más solitario que he conocido”. Y no es así, porque somos legión los que lo llevamos en nuestros corazones.