Una noticia que me entristece. Arturo Fernández, el gran actor –¡setenta años sobre las tablas!–, no está bien. Como contamos aquí, se recuperó de su percance de salud y debía debutar el 17 de abril en Valencia. Pero, entonces, se cayó con tan mala fortuna que se fracturó la pelvis y no puede apoyar la pierna derecha. Lo está cuidando con mimo su ángel, Carmen Quesada, pero como el tiempo mínimo de recuperación serán seis meses, ha tenido que anular su gira. “Estoy hecho polvo”, me dice. Algo que entenderá muy bien Jorge Javier Vázquez, que contó que cuando se vio obligado a cancelar su propia gira a causa del ictus que padeció “estuve llorando dos días”. Ánimo, y recordad, amigos, que “nunca la mar en calma hizo buenos marineros” (he repetido tanto esta cita que hasta creo que es mía).