"Espero muy tranquila el fin de mi contrato", me dice María Teresa Campos

¿Cuántas generaciones han conocido a la Campos como estrella? Nunca se volverá a dar un caso así y es un capital que los mandamases de televisión no pueden dejar escapar. Raúl Prieto, gran amigo, ha pasado a dirigir ‘Viva la vida’, que sustituyó sin mucha fortuna a ‘Qué tiempo tan feliz’, el último programa de Teresa.

Y quizás, ya que estamos en periodo de elecciones, podría introducir en la tarde del sábado un espacio periodístico sobre el perfil humano de los candidatos, una entrevista íntima conducida por la malagueña. ¡Nadie lo haría mejor! 

Hablo con ella de esta posibilidad. Me dice que no tiene ni idea de ese proyecto y se lamenta: “Salen tantas cosas personales y profesionales que no son verdad que ya me río y no me creo nada”. Aunque es fácil suponer que la incertidumbre sobre su futuro profesional tiene que ser dolorosa, me confiesa que “yo estoy esperando muy tranquila el fin de mi contrato”.

Suspira. “He leído y me cuentan muchos hipotéticos planes, pero a mí nadie me ha propuesto ninguno, Pilar, en serio, ni yo tampoco pregunto. Si hay algo ya me lo dirán...”. Le intento tirar de la lengua. “¿Pero te gustaría?”, le pregunto. Calla. 

E insisto:“Va, tonta, si es normal que te haga ilusión”. Ella duda, se mantiene en silencio largo rato, temiendo que se malinterpreten sus palabras, y al final concede en un susurro que me emociona. “Sí, sería bonito…”.