Querida Bárbara Rey, eres una luchadora inteligente que ha sabido moverse en ambientes complicados y salir adelante ¡además de oro en televisión, tu entrevista del sábado fue récord de audiencia, aunque no dijiste nada!

Sí, pero…


¡Reconoce que eres un poco malota! Porque en conversaciones privadas, reuniones de colegas, charlas telefónicas, hasta en los cortes de publicidad de los programas a los que vas, hablas a calzón quitado (perdón por la horrible expresión) de tu relación con el Rey ¡y luego pretendes que lo callemos! ¡Nos conviertes en tus cómplices! Levantando tan solo una ceja, haces quedar a los periodistas como unos idiotas que inventan noticias, cuando a lo mejor has sido tú su fuente. Me compadezco de todas las marías patiños del mundo, que, como Sísifo, han de empujar la piedra sabiendo que volverá a caer y el público no se habrá enterado de nada.