Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

A punto de cumplir los 30 años, Enrique y su hermano Guillermo obtendrán la herencia que su madre, la princesa Diana, dejó a sus dos hijos. Se trata de un legado tardío, que no se entregó a la muerte de Lady Di, sino que ha tenido que esperar, guardado a buen recaudo, hasta que su hijo menor, Enrique, cumpliera los 30 años, algo que hará el próximo 15 de septiembre

Incontables joyas, recuerdos y su vestido de novia

La herencia constituye un perfecto repaso por la vida privada de la que un día fuera princesa de Gales. Entre los recuerdos con menos valor económico, pero mayor profundidad sentimental, destacan cientos de fotos, cartas, películas familiares, cuadros… mientras que otros tienen un valor monetario disparatado, como las joyas familiares y dos tiaras que Diana lució a lo largo de su vida.

Además, parte importantísima de este legado es el vestido de novia de Diana. Un modelo que llamó la atención en su época por lo recargado que resultó (y estamos hablando de 1981, cuando el minimalismo brillaba por su ausencia). Creado por David y Elizabeth Emanuel para ella, estaba fabricado con numerosas capas de seda, miles de perlas bordadas a mano y una cola de más de siete metros y medio de tela. El vestido, una de las piezas centrales del legado, ha estado hasta ahora al cuidado del hermano de Diana, Charles Spencer, uno de sus mayores apoyos y su confidente más querido.

Por si esto fuera poco, y como buena aficionada a la moda que era la princesa, otra parte muy destacada del testamento de Diana es la dedicada a su colección personal de vestidos. Sus hijos son los herederos de 28 piezas de alta costura pertenecientes al vestidor de la princesa, entre las que destacan vestidos de noche y elegantes trajes de chaqueta, sus favoritos.

Suyos serán 10 millones de libras

Además, en el momento que Enrique cumpla 30 años, se le hará entrega de 10 millones de libras (algo más de 12 millones y medio de euros). Una suma de dinero que igualmente recibió Guillermo en el momento que alcanzó esa edad en 2012. Todo este dinero ha permanecido protegido por el fondo familiar que ha garantizado que los jóvenes no pudieran acceder a él hasta el momento en el que su madre señaló en su testamento, por lo que se ha respetado su voluntad al máximo.

Como último recuerdo a Diana, se ha incluido en la herencia el panegírico original que Charles Spence leyó durante su funeral, así como la partitura y letra que Elton John utilizó cuando versionó ‘Candle in the Wind’ en honor a la que fuera una de las princesas más queridas por todos los británicos.