Ha pasado un año y medio y nadie puede olvidar la tristeza de Santiago Cañizares y su mujer, Mayte García, cuando perdieron a uno de sus trillizos, Santi, de tan solo cinco años, víctima de un tumor cerebral. Mayte se sentó en el plató de 'Viva la vida' y abrió su corazón a Emma García, en una entrevista íntima y cargada de muchas emociones. "Me siento una privilegiada de haberlo conocido. Pienso tanto en las familias que pierden a sus hijos estando embarazadas…", dijo Mayte, que se siente muy identificada con esos padres que viven la dolorísima experiencia de perder un hijo.

Santi sufrió dos infartos cerebrales en sus últimos quince meses de vida. "Durante esos quince meses mi misión era que mi hijo sonriera, que volviera a sentir la vida y lo conseguí. Entonces me ha quedado tanta paz de saber que mi hijo se ha ido rodeado de su familia. Sé que él se sentirá orgulloso...", comentó.

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Embargada por la emoción, Mayte confesó: "Hasta el último momento me miró con paz. Y esa es la paz que sentí y siento hasta el día de hoy. Hace una semana tiramos las cenizas en el mar y volví a sentir esa paz porque sabía que llegaba el momento de dejarlo ir del todo y había cumplido la misión".

Para Mayte y su marido, el exfutbolista Santiago Cañizares, darle visibilidad al cáncer infantil es una de sus prioridades. "Ahora mismo mi misión es cuidar, ayudar, dar voz a un problema de niños al que damos la espalda. Es muy duro.Lo hemos visto esta semana con Xana [la hija de Luis Enrique, fallecida a finales de agosto con 9 años]. Cada año se diagnostican 1500 casos en España y deberíamos priorizar en investigación", explicó.

Mayte reveló cómo ha cambiado su visión de la muerte en este último año y medio. "Le cogí mucho miedo a la muerte y ahora no le tengo ningún miedo, porque sé que el primero que me va a estar esperando es él, me va a recibir mi hijo. Quiero vivir mucho pero no tengo miedo", dijo Mayte. También habló de las hermanas de Santi. "Sus hermanas sienten a su hermano constantemente. Hablan con él, juegan con él, me hacen preguntas de la enfermedad de Santi…".

"Como pareja nos ha ido bien. En un momento así la unión es fundamental. El barco no se podía hundir y no hubo ni que hablarlo. Donde yo no llegaba llegaba él y donde él no llegaba llegaba yo", desveló Mayte.

"Me quedo con el momento de la despedida. Le tenía pánico a ese momento. Llegaba todos los días al hospital, me maquillaba todos los días para que mi hijo me viera radiante… Pero el final me daba pánico. Me dijeron que hasta que no me despidiera yo y le diera permiso no se iba a ir. Recapacité y pensé que yo no podía ser egoísta como madre y tenía que dejarle partir. Le pedí que protegiera a sus hermanas y le prometí que sonreiría por él", dijo una emocionada Mayte.