Violeta Mangriñan ha sacado a la luz uno de los episodios más difíciles de su vida. Este lunes, se armaba de valor a través de su canal de Mtmad y reconocía a sus miles de seguidores su problema con la comida. Tal y como ha narrado ella misma todo empezó hace dos años y medio y coincidió con su aparición en televisión en 'Mujeres, hombres y viceversa': "Siempre he sido una chica delgada pero tuve un desarreglo hormonal y engordé siete kg". 

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Ese evidente cambio físico y las críticas en redes sociales le llevó a acrecentar su inseguridad y a protagonizar una serie de "locuras" de las que se arrepiente. 

 

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Violeta
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Avergonzada

Aunque a primera vista parece que Violeta es una mujer muy segura de sí misma, nada más lejos de la realidad: "Es un tema que me da mucha vergüenza y no debería… pero me duele, me pesa mucho. Llevo dos años y medio con esto, es jodido", así comenzaba el vídeo más personal y doloroso de la ex tronista.

Violeta Mangriñán

@violeta_mangrinyan

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"Me veía un monstruo"

Aunque ella misma reconoce que no estaba gorda "lo máximo que llegue a engordar fueron 57 kg", recuerda como se miraba al espejo y sentía rabia: "No me veía bien, me hinché, me veía un mostruo", una situación extrema que la llevó a sufrir una "minidepresión". La valenciana no oculta que a pesar de estar en ayuda profesional todavía hoy tiene recaídas.

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violeta mangriñán
Violeta Mangriñán
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Rompe a llorar

La colaboradora televisiva no podía evitar romper a llorar al recordar un episodio que protagonizó con unas amigas: "Se convirtió en una obsesión que me llevó a hacer muchas tonterías. Un día me fui a merendar con Oriana y Yasmina y me comí un pancake… me puse a chillar, me fui al gimnasio y estuve tres días sin comer. No estaba bien...".

Violeta Mangriñan
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Habla de las recaídas

Violeta no se cortaba a la hora de reconocer que todavía está en una lucha constante: "Pedí ayuda profesional y ahora entiendo que es necesario comer para vivir. Todavía hay veces que tengo problemas, lo sufre mi familia y mi pareja. Me veo bien, me veo guapa, aunque tengo recaídas estoy bien". Y se despedía no sin antes mandar un mensaje de optimismo: "Hay que ser valientes y pedir ayuda. Estoy orgullosa de mi misma porque lo estoy superando".