La vida de María Teresa Campos en imágenes: el legado de una pionera

Con esta preciosa imagen felicitaba Carmen Borrego a su madre en su último cumpleaños. Las hijas de María Teresa Campos no se apartaban de su lado en todo momento. Han sido su gran apoyo, sus cuidadoras, las personas que más han velado por la tranquilidad y el bienestar de la presentadora. El dolor de su pérdida es ahora inconsolable.

Todos la asociamos a Málaga, pero lo cierto es que María Teresa Campos nació en Tetuán, Marruecos, cuando la ciudad era un protectorado español. Con solo un año, junto a sus padres, se trasladó a la ciudad andaluza, a donde siempre se sintió unida. Fue ahí donde dio sus primeros pasos, literales y laborales. Tras estudiar Filosofía y Letras, empezó a hacer trabajos en la radio, donde conoció a su marido y padre de sus dos hijas. José María Borrego Doblas y ella se casaron en el año 1964 en la catedral de Málaga. 

María Teresa Campos era una estrella de las ondas, y en TVE querían contar con ella sea como sea y convertirla en una de sus presentadoras fetiches. En los años 80, le ofrecen un contrato para ser la conductora de espacios de entrevistas y de entretenimiento. Magacines, que se convertirán en toda una institución que serán copiados años más tarde. Con esta oferta sobre la mesa, la comunicadora no se lo piensa dos veces y acepta el reto. Se traslada de Málaga a la capital e inicia una nueva vida. Entonces, su matrimonio no atraviesa su mejor momento y ambos optan por separarse.

En 1984 ocurre uno de los grandes dramas de su vida: su ex marido se quita la vida. El fallecimiento de José María altera de manera irremediable la existencia de todas las Campos, y supone un enorme golpe del que jamás se recompondrán. Especialmente sus hijas. María Teresa tiene que hacer frente a este suceso tan doloroso mientras se encuentra en pleno apogeo de su carrera televisiva. Las oportunidades empiezan a agolpársele en la puerta y dice sí a colaboraciones tanto en la tele, como en su gran amor como es la radio. 

Estamos a principios de los años 90 y María Teresa está en un momento precioso. Trabaja junto a sus hijas, acaba de ser abuela y 'Pasa la vida', el programa en que empezó haciendo colaboraciones junto a Jesús Hermida, es todo un éxito. Es un magacín de sobremesa, cortito, cercano. Ideal para colarse en las casas de todos los españoles, que la sienten como una más de la familia. 

'Pasa la vida' tiene tanto éxito que, tras dos años en antena bajo su dirección, pasa a ocupar la franja de las mañanas. Es entonces cuando María Teresa empieza a ser considerada como 'la reina de las mañanas'. A la conductora del espacio le chirría el sobretítulo, pero la audiencia la ha elegido como soberana en esta franja, en la que ya hay competencia tras el nacimiento de la televisión privada. 

Tras la muerte de su ex marido, María Teresa se ilusiona con otros hombres. Con el que mantiene una de las relaciones más largas es con el arquitecto Félix Arechavaleta, que estaba muy integrado en su vida junto a sus hijas. Fue un noviazgo de más de una década, en la que él fue un importantísimo apoyo tanto para la comunicadora como para Terelu y Carmen. 

En 1996 cambia la televisión pública por la privada. Aterriza en Telecinco, donde las puertas se le abren de par en par. Es una gran estrella y le han prometido que podrá realizar todo aquello que siempre había soñado para un programa. María Teresa idea un concepto de programa muy especial, donde tiene cabida desde la información política y de actualidad, con serios debates con periodistas de todas las ideologías, así como el entretenimiento que toma forma de pequeños teatrillos y de corrillos con destacadísimos colaboradores del panorama rosa. Entrevista a las figuras más destacadas del mundo del espectáculo y convierte 'Día a día' en todo un referente que después le será copiado en todas las cadenas.

Las Campos siempre entendieron que son más fuertes unidas que siendo competencia las unas de las otras. Jamás se han visto como rivales, sino todo lo contrario. El éxito de una, era el éxito de las otras. En estos años 90 las tres son imparables.

Alejandro Rubio se convirtió en el marido de Terelu y María Teresa fue la suegra perfecta. El óptico se convirtió en un miembro más de la familia Campos, que le abrió los brazos de par en par. La relación con el padre de Alejandra, la única hija de Terelu, y la nieta más joven de María Teresa, fue envidiable incluso una vez finalizado el  matrimonio de este y Borrego Campos. 

Además de Terelu Campos y Carmen Borrego, María Teresa Campos siempre consideró a Rocío Carrasco como una hija más. En especial tras la muerte de Rocío Jurado, cuando el vínculo entre ellas se incrementó más si cabe. María Teresa jamás faltó a los momentos importantes de la vida de Rocío y fue uno de sus grandes apoyos cuando decidió dar el paso de contar su vida en las docuseries. Y a nivel laboral, también se encargó de abrirle puertas, llegando a tenerla de colaboradora en sus programas.

Si hay alguien que puede presumir de haber sido el ojito derecho de María Teresa Campos, esa es Alejandra Rubio. La nieta de la comunicadora, que ahora llora su pérdida, siempre ha hablado maravillas de su abuela. Tanto en lo personal como en lo laboral, ha sido su claro referente. Además, juntas protagonizaron momentos entrañables. Incluso cuando Alejandra era pequeña, hizo alguna aparición puntual en los platós para sorprender a María Teresa. A partir de ahora, seguro que Alejandra tiene muy presente a su abuela en los pasos que siga dando en televisión. Una carrera televisiva en la que María Teresa siempre le apoyó.

María Teresa Campos siempre presumió de ser una mujer muy familiar. Aunque la relación más mediática fue la que mantuvo con sus hijas y su nieta Alejandra, la familia que siempre permaneció en el anonimato fue fundamental para ella. De ahí que el fallecimiento de uno de sus hermanos (ella fue la tercera de seis) fuera uno de los momentos más complicados de su vida.

No se puede hablar de la vida de María Teresa Campos sin hablar de Francisco Valladares. La presentadora encontró en él a su amigo más fiel tanto dentro como fuera de los platós. Tanta era la complicidad que derrochaban, que se hacían llamar matrimonio televisivo y dejaron momentos míticos en la pequeña pantalla. Fue en marzo de 2012 cuando él falleció y la casualidad quiso que fuera la comunicadora la que diera la noticia en directo en su programa '¡Qué tiempo tan feliz!'.

Después de años y miles de programa en Telecinco, María Teresa Campos probó suerte en Antena 3. Este fue un cambio de lo más comentado, ya que a muchos sorprendió que diera el salto a la cadena de la competencia. Fue en el año 2007 cuando se puso al frente del programa 'Cada Día' con el que compitió de forma directa con Ana Rosa Quintana, que llegó a Telecinco para ocupar el hueco que su compañera había dejado con el estreno de 'El Programa de Ana Rosa'. En el año 2007 y después de que algunos proyectos no le funcionaran en Antena 3, se marchó de la cadena.

A lo largo de su carrera, María Teresa Campos conoció a muchos rostros conocidos. Con algunos de ellos llegó más allá y derrochó complicidad, creando incluso relaciones de amistad. Una de las personas con las que consiguió esto fue con Rocío Jurado. En cada entrevista y en cada evento, hicieron gala de su unión. Una unión que se tradujo en la buena relación de sus hijas. Desde que la cantante falleció, María Teresa siempre la recordó con mucho cariño y admiración.

En el año 2008, María Teresa Campos se vio obligada a abandonar su trabajo en televisión para luchar contra el cáncer de garganta que le detectaron. Una enfermedad de la que se trató y que pudo superar. Sobre esto no se pronunció demasiado, pero en alguna ocasión sus hijas han contado que fue uno de los momentos más difíciles para su madre.

No solo en los medios de comunicación tuvo éxito María Teresa Campos. El currículum de la presentadora no dejó de crecer. Su ambición y profesionalidad le llevaron a dar el salto a otros proyectos. Entre ellos destacaron sus libros. Sus memorias, uno sobre Rocío Jurado, otro con reflexiones, uno sobre la reina Letizia... Son varias las obras de Campos que todavía hoy se pueden adquirir.

A lo largo de su carrera, María Teresa Campos recibió muchos premios. Son varios los galardones que seguro sus hijas ahora guardarán con mucho cariño. Entre otros destaca el Premio Iris, uno de los más conocidos en el sector de la comunicación. Ella misma fue a recogerlo con una sonrisa de oreja a oreja y agradeciendo a quienes pensaron en ella para otorgárselo.

Uno de los programas más especiales de la trayectoria de María Teresa Campos en televisión fue '¡Qué tiempo tan feliz!'. La presentadora regresó a Telecinco para encargarse de las tardes de los fines de semana. Allí se reencontró con muchos compañeros y amigos con los que pasó tardes de lo más divertidas.

María Teresa Campos valía para todo... ¡Incluso para desfilar! La presentadora, en un momento puntual, llegó a lanzarse a la pasarela como modelo. Algo que no es de extrañar porque si de algo era sinónimo era de elegancia y de atreverse con looks con los que marcaba tendencia y lucía rejuvenecida.

Uno de los momentos más negros de su calendario fue el fallecimiento de su hermana Lali. Fue en el año 2015 cuando la hermana pequeña de la presentadora falleció a causa de un tumor cerebral. Lali era la hermana a la que ella estaba más unida, de ahí que se sintiera desolada tras recibir la triste noticia.

María Teresa Campos no faltó en el debut de su nieta Alejandra Rubio en su debut ante las cámaras. La hija de Terelu posó ante la prensa el día de su 18 cumpleaños, y allí estaba su abuela para arroparla. Además, Alejandra ha contado más de una vez todos los consejos que María Teresa le fue dando para sus apariciones en televisión.

El año 2017 estuvo marcado para María Teresa Campos por el ictus que sufrió. La presentadora se llevó un buen susto del que afortunadamente salió victoriosa. Desde entonces, en más de una ocasión hizo referencia a esta situación para visibilizar los síntomas y consecuencias de una dolencia tan común pero en parte desconocida como esta. En ese momento, el apoyo de sus hijas Terelu Campos y Carmen Borrego fue incondicional.

Otro de los galardones que recibió María Teresa Campos por su labor como comunicadora, fue la Medalla de oro al Mérito en el Trabajo. En el año 2017, el Consejo de Ministros le otorgó este reconocimiento con el que volvió a quedar patente que era una de las presentadoras más importantes del país. Una vez más, ella se sintió muy agradecida y recogió el galardón feliz y arropada por su familia.

Uno de los proyectos más comentados de María Teresa Campos en televisión fue su docurreality. Al más puro estilo Kardashian, la presentadora y sus hijas protagonizaron varias temporadas de 'Las Campos'. De esta forma incrementaron eso de convertirse en personajes más allá de su papel como presentadoras. Dejaron momentos tanto entrañables como divertidos que siempre quedarán para el recuerdo.

La última relación sentimental de María Teresa Campos fue con Edmundo Arrocet. La presentadora y el humorista vivieron momentos felices, pero la cosa terminó de la peor forma. De un día para otro, él se marchó y dejó un mensaje vía teléfono móvil. Inevitablemente, esto fue un palo para la presentadora. Pero llegó un momento en el que tuvo claro que tenía continuar, y así lo hizo. De hecho, llegó a poner los puntos sobre las íes en cuanto a algunos asuntos relacionados con su ruptura.

Málaga siempre fue el gran refugio de María Teresa Campos. La presentadora se escapaba allí siempre que podía. Pero si había una época en la que intentaba no fallar jamás, esta era la Semana Santa. Era habitual verla en el balcón acompañada por alguna de sus hijas mientras disfrutaba de las procesiones.

Su último gran proyecto en Mediaset antes de retirarse fue 'La Campos Móvil'. Consistía en que la presentadora se subía a un camión transparente en el que iba por Madrid entrevistando a sus invitados. Finalmente, este proyecto duró poco porque el éxito no fue el esperado.

Y no se puede hablar de María Teresa sin hablar de Lula. Su perrita fue mucho más que una mascota para ella. Era parte de su familia, su compañera fiel y su refugio en los momentos más complicados.

Entre sus últimos reconocimientos, estuvo el Premio Andalucía de Periodismo a la Trayectoria Profesional. A esto hay que sumar que en el año 2000 recibió la Medalla de Andalucía. Con esto, quedó claro el cariño que María Teresa sentía por Andalucía y viceversa.

Los últimos años de María Teresa no fueron sencillos. La enfermedad avanzó rápido y fueron pocos los momentos en los que pudimos verla en público. Uno de los más especiales, también para todo el equipo que forma parte de Lecturas, fue el posado de madre e hija. María Teresa y Terelu juntas siempre.