Víctor Palmero: "Mi infancia no fue un camino de rosas"

De niño soñaba con ser actor y a los 16 lo consiguió. Tras un parón de un año en su carrera, en el que trabajó de camarero, recibió el regalo de su vida, el papel con el que triunfa en ‘La que se avecina’.

Victor Palmero
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Tuvo clara su vocación desde niño. Por eso, Víctor Palmero (27) llamaba a todos los teléfonos que salían en la tele y decía: “Oiga, yo quiero ser actor”. Tras saborear la fama gracias a ‘Física o química’ y ‘Con el culo al aire’ sufrió un parón que le obligó a aparcar su sueño y a trabajar en una cafetería. Los hermanos Caballero le dieron el mejor regalo de su vida al ofrecerle dar vida en‘La que se avecina’ a Alba, la hija transexual de los Recio.

La respuesta de la audiencia con Alba ha sido brutal.

-Muchísimo. Yo, al principio, estaba obsesionado con leerlo todo. Por lo general, muy contento, pero hay un sector que lo critica todo y últimamente he dejado de leer porque es inevitable que las cosas malas te afecten. Hay gente que se despacha con todo, y muy a gusto. Pero también hay una respuesta muy bonita, con lo cual hay que aprender a vivir con lo bueno y con lo malo.

¿Recibes muchas críticas?

-De primeras hubo un par de personas, en concreto una chica transgénero, que se cabreó, que me dijo que le hubiera gustado que fuera una persona transexual quien interpretara ese papel y no yo, que por qué no lo hacía una persona transgénero si de verdad quería normalizarse. Y otra chica por la calle me dijo que le encantaba mi trabajo pero que le cabreaba un poco la versión que dábamos. Y claro, yo me planteaba: “Oye, me sabe mal que la gente del colectivo LGTBI lo vea así, pero también he recibido muchas críticas positivas”. Recuerdo que hace nada estaba en el parque de atracciones y la chica que manejaba la montaña rusa la paró, yo me quedé muerto [risas] y me dijo: “Yo soy transexual y quiero darte las gracias porque creo que haces una labor preciosa”.

Cuando tu personaje nació en ‘La que se avecina’, Alberto Caballero [creador de la serie] dijo que eras un valiente y que estaba orgulloso de ti.

-Cuando me ofecieron el papel iba en un vagón del metro. Mi representante me dijo: “Me han llamado de ‘La que se avecina’ y les gustaría que fueras para hacer unas pruebas de maquillaje. El hijo de los Recio va a volver pero convertido en una mujer”. Me quedé impactado, pero estoy orgulloso porque en esa misma llamada dije que sí. Yo estaba en un momento muy complicado. Llevaba un año poniendo cafés en una cafetería porque tras ‘Física o química’ y ‘Con el culo al aire’ no me salió nada. Sé que estaban esperando a ver cómo era mi personaje, si iba a ser una visita puntual. Por eso, oír decir a Alberto que estaba orgulloso de mi trabajo fue mucho. Me siento muy valorado por mis compañeros y por el público.

Alba implica hacer de un personaje que, además, es de un sexo distinto al tuyo.

-A mí me gusta valorar mucho el trabajo de maquillaje y peluquería porque recuerdo que cada día durante la primera temporada yo me miraba al espejo y flipaba [risas]. Cuando preparaba a Alba pedí que me mandaran a casa los tacones para practicar porque yo nunca me había subido a unos.

En ‘Física o química’ eras muy joven, de la edad del personaje.

-Tenía 16 años. Yo de niño tenía muchísima imaginación. Era un bichito raro, la verdad, pero eso me llevó a tener clara mi vocación desde muy joven. La gente me decía: “Tú te apuntas a un bombardeo”, porque estuve en ‘Menudas estrellas’, en ‘A tu lado’... De hecho, con ‘A tu lado’ hice mi primera visita a Madrid y me alojaron en este mismo hotel [risas].

Porque tú eres un niño de pueblo.

-Soy de Onda, en Castellón, y a mí la tele me sacaba de muchos problemas. Yo no quiero decir que tuviera una infancia difícil, pero tampoco fue un camino de rosas.

¿Por qué?

-Es un pueblo en el que a todo el mundo le gusta el fútbol, es muy taurino... y ver que a un niño le gusta bailar, el teatro... Mira, no me apunté a ballet de niño para que no me llamaran marica. Y la imaginación era una manera de evadirme del mundo real. Veía ‘La historia interminable’, ‘El guardián de las palabras’... niños que se aislaban del aula y se ponían a leer un libro y se metían en él. Yo quería todo eso, yo quería subirme encima de un dragón blanco. Y como no sabía cómo ser actor, lo más fácil era ver los teléfonos que salían en la tele y llamar para ver qué pasaba. Llamaba y decía: “Oiga, quiero ser actor”.

¿En tu casa tener un niño así de artista fue un problema?

-Soy el pequeño de los hermanos, siempre fui el niño de mamá y mi madre me apoyó desde el principio un montón. Mi padre no decía nada. Yo creo que debió de ser complicado para él tener un niño que tuviera esas inquietudes, pero nunca me dijo que las dejara, venía a verme aunque no dijera nada. Estoy muy orgulloso de mi padre.

Entiendo ahora que te ofrecieran Alba y te arrojaras a la piscina, eres muy valiente.

-No lo sé. Hay quien me dice que si no me da miedo encasillarme. Yo creo que no. Creo que he demostrado que puedo hacer otras cosas.

Ya estáis grabando la próxima temporada de ‘LQSA’, ¿qué te gustaría que le pasara a Alba?

-Siempre me planteo ¿habrá una bronca y un nuevo novio para Alba? Me gusta mucho vivir en la montaña rusa de sentimientos que es Alba, lo mismo está llorando que haciendo ‘cupcakes’.

Fotos: Garófano y José Jiménez. Estilismo: Antonio Núñez Peluquería y maquillaje: Marisa Jiménez para M·A·C. Agradecimientos: Sercotel Gran Hotel Conde Duque (www.sercotelhoteles.com)

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