Verdeliss desvela la condición que padece su hija recién nacida

La pequeña Deva, que nació en febrero, acaba de ser diagnosticada de anquiloglosia. Verdeliss comparte con sus seguidores qué es lo que le sucede a la más pequeña de sus hijos

@verdeliss

Redacción

Lecturas.com

4 de abril de 2022, 16:09

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Cuando tu vida profesional y personal va íntimamente unida y apenas diferencias una de otra, te ves en la necesidad de compartir absolutamente todo lo que le sucede a tu descendencia. Hace unos días, Verdeliss estaba muy preocupada por los problemas con la lactancia que estaba teniendo su hija más pequeña, Deva. La niña, que nació en febrero, tenía complicaciones a la hora de hacer un agarre correcto a la hora de mamar, de ahí que esto le provocaran unos cólicos tremendos que hacían que la bebé estuviera realmente incómoda. Fue gracias a compartir esto, que la influencer obtuvo la primera pista de lo que le podría estar pasando a la niña: anquiloglosia. ¿Pero qué es esta condición en la boca?

La anquiloglosia es un trastorno en la lengua del recién nacido que hace que esta no se pueda mover como debería, debido a que el frenillo que une lengua con la base de la boca, es demasiado corto y de ahí que no realice bien el agarre al pecho. De esta manera, le entra más aire y esto le provoca unos cólicos de lo más dolorosos.

Verdeliss habla de la anquiloglosia con la que ha nacido su hija más pequeña, Deva

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Verdeliss, junto a Deva, ha viajado a Salamanca donde están uno de los mejores expertos en anquiloglosia, que realizó un exhaustivo examen de la pequeña y confirmó que esta posee el frenillo algo más corto de lo normal. No se trata, ni mucho menos, de un problema poco común en recién nacidos. Requiere tratamiento, normalmente un pequeño corte en el frenillo, aunque también otros procedimientos tal y como la propia madre de familia numerosa ha dicho “se puede recurrir a un osteópata o a un logopeda, pero tienen que tener la formación adecuada”. Si no se recibe tratamiento, esto podría acarrear problemas en el desarrollo del habla y hasta a la hora de comer. En el caso de la menor de siete hermanos y hermanas, tenía el frenillo tan corto y grueso que no podía levantar bien la lengua, y esto le provocaba, tal y como ha detallado su madre, “una succión comprometida”. Es decir, “tragaba mucho aire, hacía chasquidos y tenía atragantamientos. Se cansaba en cada toma y, por algún motivo, no sabía agarrarse cuando quería darle el pecho tumbada”. Ahora, ya en casa, siguen con la mejoría de la bebé que, en los días posteriores a la pequeña intervención hay que realizar muchos ejercicios para que su recuperación sea óptima.

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