Las lágrimas de Teresa Campos al recibir el alta hospitalaria

Siempre acompañada de sus hijas, Teresa Campos ya se encuentra en casa, donde continuará su convalecencia.

Teresa no ha podido evitar emocionarse a su salida del hospital. "No voy a llorar", pero lloró. "Quiero que sepáis lo que significan para mí mis hijas", dijo con la voz entrecortada. Terelu y Carmen no se han separado de su madre en todos estos días, además de mantener informados en todo momento a los medios.

"No me gustaría ser la enferma permanente. Me ha costado superar un cáncer. Me considero una persona que tiene mucha potra. Soy afortunada. El sábado pasado a estas horas estaba rabiando de dolor y, en esos momentos, hay que irse a urgencias. Hay cosas que no sabemos qué son y mejor que te miren. Cuando por fin supieron lo que era y el doctor Calleja me dijo que me tenían que operar ahora mismo, le dije que sí, qué remedio", dijo Teresa.

Después del susto, Teresa y sus hijas ya se encuentran más tranquilas. La popular presentadora fue ingresada de urgencias el pasado sábado a consecuencia de unos fortísimos dolores abdominales.

A Teresa no le gustan nada los hospitales –a nadie le gusta, por otra parte–, pero se encontraba tan mal que fue ella misma la que pidió que la llevaran. Una vez realizadas todo tipo de pruebas, se le diagnosticó una oclusión intestinal. Teresa quería volverse a casa cuanto antes, pero los médicos prefirieron tenerla ingresada y controlada en todo momento.

A la salida del hospital de La Luz, Teresa envió un beso desde el interior del coche que la llevaría a su domicilio.