Sergio Ramos, tras los pasos de Tita Cervera, posee su propia colección de arte

A veces los famosos nos sorprenden con sus aficiones. De Sergio Ramos sabemos que le gusta el flamenquito –en contraste con su mujer, Pilar Rubio, a quien le gusta el 'hard rock'–, tocar la guitarra y que tiene una importante yeguada llamada 'SR4' en su finca La Alegría, a una media hora en coche de Sevilla, finca en la que, por cierto, celebró su boda con Pilar Rubio. Pero no son estas las únicas aficiones del exfutbolista del Real Madrid, que milita actualmente en el PSG. Sergio Ramos se ha desvelado como un gran aficionado a las artes plásticas, sobre todo, la pintura, y está comenzando a tener una colección de cuadros ciertamente importante.

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En los últimos tiempos, hemos visto a Sergio Ramos y Pilar Rubio visitando algunos de los más prestigiosos museos del mundo, como el de Salvador Dalí, en París, o el The Paul J. Getty Museum, en Los Ángeles. Para muchos amantes de la pintura, la visita a estos museos es el único modo de contemplar en vivo obras maestras de los autores más importantes. Otros más afortunados, e infinitamente más ricos que el más común de los mortales, pueden permitirse el lujo de colgar una auténtica obra de arte en las paredes de su domicilio.

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Y en ello está Sergio Ramos, quien, poco a poco y dejándose asesorar por un experto en la materia, está empezando a construir una colección de cierta relevancia. Para el futbolista, no solo es una manera de satisfacer sus gustos personales, sino también una muy buena inversión de cara al futuro. Las preferencias de Ramos se inclinan por el arte contemporáneo, aunque tampoco descarta a los clásicos. En la colección de su propiedad ya se pueden ver cuadros del pintor sevillano Manuel León Moreno, pero también tiene uno de los pocos óleos sobre lienzo del pintor británico Banksy –cuya identidad es un misterio–, así como obras de Phil Frost, Juan Genovés, Manolo Valdés o Jaume Plensa, entre otros.

Sergio Ramos posa delante de uno de sus cuadros favoritos de su propiedad, obra del sevillano Manuel León Moreno.