Emocionada y satisfecha. Así se ha mostrado Carmen Borrego este martes en 'Sálvame' tras poner el punto y final al (a veces) duro 'Desafío Borrego'. Cuatro meses de esfuerzo, de frustración, de sangre sudor y lágrimas, que han valido la pena. El nuevo y más esbelto aspecto de la colaboradora del programa ha sido revelado tras salir de una enorme caja de regalo, decorada con un vistoso lazo.

Carmen ha acabado esta prueba de largo recorrido con ocho kilos menos, que han modelado visiblemente y para su satisfacción, su físico. En octubre, la hermana de Terelu Campos aceptaba el reto que le proponía el espacio de Telecinco después de haber pasado por el quirófano para hacer desaparecer la papada y afinar sus cuello y su rostro. Unos meses de trabajo duro que han coincidido con una de las experiencias personales más difíciles y dolorosas a la que jamás se ha tenido que enfrentar en su vida: la complicada y ardua lucha contra el cáncer de su hermana.

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Carmen Borrego

En este proceso se han mezclado muchos sentimientos y emociones, que la han llevado en más de una ocasión a tirar la toalla. Pero alentada por sus compañeros, su familia y por voluntad personal, ha concluido este proceso de cambio interno y externo de manera satisfactoria.

La tertuliana aparecía exultante, más esbelta y con un 'look' de Manuel Zamorano muy favorecedor, con el que se sentía especialmente cómoda. El estilista había elegido para ella un vestido 'midi' de encaje, en color lima, y con volante en la falda y en las mangas; y que ha combinado con unos zapatos en color coral. El maquillaje natural y sus cabellos recogidos en una cola y el flequillo llevado a los lados han ayudado a que Carmen luciera perfecta.

Borrego, que ha recibido una espectacular sesión de fotos como regalo, ha tenido que demostrar a sus compañeros que, para sorpresa de todos, no llevaba faja.

En el momento de hacer balance de todo lo vivido, ha reconocido ser consciente de que "no he parado de quejarme". "He notado que dejo de hacer cosas y de disfrutarlas por quejarme", subrayaba. Sin embargo, era demasiada la felicidad que sentía por haber perdido esos ocho kilos que le sobraban, como para empañarlo. No en vano, ha desvelado un dato que ha dejado boquiabiertos a todos: "Empecé el reto con un nivel de grasa visceral de catorce y lo acabo con tres". Ahora empieza un nuevo objetivo para ella: no recuperarlos.

Carmen Borrego