Rocío Carrasco, con la voz entrecortada, recuerda la paliza que le dio Rocío Flores: "Me cruzó la cara de lado a lado"

Rocío Carrasco ha intentado siempre proteger a su hija Rocío Flores y pidió a los medios que protegieran esta sentencia en la que su hija fue condenada por maltrato habitual, pero tras hacerse público ha dado el paso de hablar de ella y de todo lo que ocurrió.

Eso sí, dejando claro que ella no culpa en ningún momento a su hija de lo que pasó: "Ella no tiene la culpa, la culpa la tiene otra persona, que es el responsable que ella actuase de esa forma: su padre. Eso quiero que quede claro", dijo la hija de Rocío Jurado.

Rocío Carrasco se ha abierto en canal y ha relatado los detalles de estas duras vivencias que acabaron con la ruptura total entre madre e hija: "Llega el día 27, era el último día de cursillo de verano. Ese fin de semana era agosto y ya se iba con el padre. Ese día me dice que estaba mal del estómago y que no iba bien al baño, ese día quiso desayunar es una nectarina y yo le dije 'Ro como estás mal del estomago, tengo ciruelas que te va a hacer bien para el problema que tienes'. Ella me desafía y se guarda la nectarina y al ir a coger la nectarina que ella se había guardado me cruza la cara de lado a lado…", ha destapado con la voz entrecortada y sin poder articular ni una palabra. 

"No me creía lo que estaba pasando, empieza a pegarme y va gritando ‘no me pegues, no me pegues’ y era ella la que estaba pegándome a mí, se me pasó como una película y sabía que eso obedecía a algo que no era normal", ha seguido.

 

Rocío Carrasco también habla, con horror, de lo que sintió tras la agresión: "Yo lo siguiente que recuerdo es Fidel reanimándome y cuando volví en mí, tenía las pulsaciones en 140 y Fidel me metió un lorazepam debajo de la lengua, cosa que tenía pautada desde hace mucho tiempo".

"Rocío empieza a increparme y dijo 'que sepas que en septiembre a esta casa no me trae ni un juez, ni tu madre ni tu padre que están bajo tierra... Ella no podía permitirse tener un sentimiento bueno para conmigo, ella tenía que irse a casa de su padre con información", explica entre lágrimas. "La niña se va, se monta en el coche de Paco, él sabía lo que había, la niña entra en el coche diciéndole a Paco, ella se asusta cuando me ve caer a plomo en el suelo, y le decía ‘Paco mi madre, Paco mi madre’. La niña entra con un ataque de ansiedad en el coche y él cuenta de que de repente (pero él no sabe de dónde) pero esa niña que había entrado en mi coche con un ataque de ansiedad, se transforma, saca un móvil y dice: ‘papá ya está hecho'", ha rematado destrozada.