Julio Iglesias ha estado en el punto de mira en los últimos meses. Muchos titulares y algunos de ellos teñidos de polémica justo en un año clave de su carrera profesional por su 50 aniversario como cantante. El artista lleva años sin actuar en España y tampoco se deja ver desde que el juez diera la razón a Javier Santos que hace unos meses fue reconocido como el noveno hijo de Iglesias, a sus 75 años.
Pero esto ha cambiado en las últimas horas y es que el veterano cantante español se ha dejado ver en las redes sociales como si tal cosa y botella de vino en mano. Ha sido en el Instagram del periodista Álvaro Zancajo donde hemos podido ver la primera imagen de Julio Iglesias después de muchas semanas sin saber nada de él. "Pasar el día de mi 39 cumpleaños en casa de @julioiglesiasoficial en Miami ha sido realmente fantástico. Cariñoso y entrañable hablando largo y tendido sobre Manuel Alejandro para el documental/biopic que estoy dirigiendo sobre él", ha escrito Zancajo junto a una foto con el artista.
Había ganas de saber de Julio Iglesias después del que parece su gran paréntesis de la vida pública (española especialmente). Tras muchos años de pleitos y batallas legales, un juez reconoció a Javier Sánchez Santos, un valenciano de 41 años, como hijo legítimo suyo, fruto de un affaire con una bailarina portuguesa que responde al nombre de Edite Santos, y casi en el tiempo se ha publicado que mientras estuvo casado con Isabel Preysler mantuvo una relación con una chica argentina de dieciséis años.
![Julio Iglesias](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 900 433"%3E%3C/svg%3E)
Todo esto más su misterioso estado de salud, a raíz de su continuada ausencia en su país natal, han alimentado mucho la curiosidad de cómo estaba Julio Iglesias, y la verdad es que su última imagen no deja lugar a dudas: fenomenal y con ganas de involucrarse en los proyectos que le apetecen, aunque por delante sigan sus pleitos en los tribunales. La Fiscalía ha recurrido la sentencia sobre su paternidad de Javier Santos y los letrados de Iglesias incluso han llegado a pensar en ir al Tribunal de Derechos Humanos si hiciera falta.