Raquel del Rosario habla de las secuelas psicológicas de su hijo tras el ataque del puma

Hace algunas semanas, Raquel del Rosario compartió con sus seguidores la experiencia, sin duda, más dramática de su vida. Un puma atacó a su hijo Mael, de cinco año, y le causó tales heridas que el pequeño llegó al hospital con apenas un hilo de vida. Mael, afortunadamente, se recuperó por completo, pero han quedado en él una serie de secuelas psicológicas que aún tardarán en irse.

Artículo recomendado

Raquel del Rosario muestra las secuelas que sufre su hijo tras ser atacado por un puma

Acerca de este tema ha hablado Raquel del Rosario en un preguntas y respuestas que hizo en sus stories con sus seguidores. Uno de ellos preguntó cómo se encontraba el niño. La respuesta de Raquel del Rosario fue totalmente sincera y muy clara: "Supongo que te refieres a Mael. Físicamente está bien y psicológicamente le está costando un poco... Desde hace algunas semanas no quiere ni ir al baño solo y está con muchos miedos a flor de piel. Tiempo, paciencia y amor".

Raquel del Rosario explicó de manera muy llana cómo está su hijo, Mael, tras el ataque del puma. Pese a todo, Mael sigue amando a los animales.

Curiosamente, a Mael le siguen gustando mucho los animales, motivo por el cual su madre decidió adoptar una gatita, Lyra, hace tres semanas. Mael está feliz con la gata, de la que no se separa, y eso que Raquel no las tenía todas consigo. "Lo hice por Mael. Ahora estoy enamorada y súper conectada a este ser mágico. Los niños están celosos. Y milagrosamente se me ha pasado la alergia", comentó la ex vocalista de El Sueño de Morfeo.

Lyra, la gatita que Raquel del Rosario adoptó hace tres semanas para ayudar a Mael.

Raquel ha compartido en sus stories una simpática foto de Mael durmiendo y Lyra velando su descanso. La gatita se ha convertido en "la guardiana de los sueños", según Raquel. "Trabajo a diario en soltar el control y confiar en que la vida tiene sus planes y mi papel principal es ofrecerles amor y protección", resume Raquel del Rosario.

Mael duerme plácidamente mientras Lyra vela el sueño del niño.