No corren tiempos fáciles para Isabel Pantoja, si bien desde hace tiempo la relación con sus hijos es inexistente, desde que Isa Pantoja se sentara se el plató de ‘De Viernes’ el pasado 18 de octubre y rememorara los momentos tan duros que vivió en Cantora cuando convivía con el resto de su familia; su tío Agustín, su abuela la fallecida Doña Ana e incluso su propio hermano Kiko Rivera, que según el testimonio de la joven y de varios trabajadores que entonces aún estaban en la finca, como Dulce o Pepi Valladares, roció a su hermana con una manguera mientras la insultaba tras enterarse de que había mantenido relaciones íntimas con su entonces novio. Misma razón por la que su madre le cortó el pelo con las tijeras de la cocina tal como ella misma ha confesado.
Unos relatos muy duros que apuntan a una única pregunta: ¿por qué su madre permitió eso? Algo que Isa nunca le ha preguntado a su madre y que, por ahora, Isabel Pantoja jamás ha respondido. Y mientras todo esto es noticia en los platós de televisión y en redes sociales, ella permanece ajena a todo, centrada en los nuevos objetivos que se ha marcado. El primero de ellos, habituarse a su nueva vida en Madrid, el pasado sábado X de octubre, solo unas horas después de que su hija se rompiera en plató, ella llegaba junto a su hermano Agustín a su nueva casa en La Finca, un espectacular chalet unifamiliar con 1.000 metros cuadrados y 11 cuartos de baño por el que estaría pagando entre 30.000 y 35.000 euros al mes, según las diferentes informaciones.
La última decisión de Isabel Pantoja
Lo eligieron ya amueblado y listo para entrar a vivir, por lo que los enseres que se han traído no son demasiados. Y quizá esto no haya sido una circunstancia al azar, sino algo decidido porque no va a ser su residencia definitiva en Madrid, pues este digital ha podido confirmar que Pantoja sigue buscando casa en Madrid. Hasta la semana pasada su entorno ha estado haciendo llamadas a diferentes inmobiliarias interesándose por viviendas que estén en venta, de manera que su idea sería volver a comprar, tal como hizo en los años 90 en La Moraleja. Su interés estaría centrado en una casa independiente y en la que pudiera mantener la privacidad, es decir, en alguna urbanización con seguridad. Y otra de las cosas que es importante para ella es que tenga jardín, que exista bastante espacio exterior. Al menos dos inmobiliarias tienen un contacto al que llamar si les surgiera algo que cumpliera con los requisitos que la tonadillera desea. Pero por ahora no ha sucedido.
Y mientras espera está centrada en su música y en su recuperación pues ya fue ingresada en Córdoba y le hicieron algunas pruebas y aunque no ha trascendido cuál es su diagnóstico o qué es lo que le ocurre en concreto, si se sabe que ahora va a tratarse en Madrid y que según ha confirmado la periodista Leticia Requejo en el vespertino TardeAR, tiene varias citas médicas por delante. Se desconoce si esta compra todavía no se ha hecho porque no ha encontrado nada a su medida o porque está esperando a poder efectuar la venta de Cantora, que parece que ya está decidida a efectuar, antes de convertirse en propietaria de nuevo.
El futuro de Cantora
Por ahora no se sabe en qué punto está el proceso de venta de la finca que fue testigo de su amor con Paquirri, lo que sí pudo confirmar la revista Lecturas es que los enseres del torero que durante años la han enfrentado a Francisco y Cayetano Rivera, los otros dos hijos del mismo permanecen aún en la casa, no han sido parte de lo que se ha traído a Madrid. Así que lo más probable es que todavía no vea muy cerca el momento de firmar la venta de la casa de Medina Sidonia, porque de ser así, ya tendría que estar vacía.
No parece tampoco cercano, si es que sucede, el momento en que acerque posturas con sus hijos, pues, aunque Kiko públicamente ha desacreditado lo contado por su hermana acusándola de hacerse siempre la víctima, no tiene con su madre una mejor relación que ella. Tampoco sus nietos mantienen contacto con Isabel, solo Anabel Pantoja, que sigue trabajando con ella en sus conciertos, ha logrado tener una relación estable con su tía, que además está muy ilusionada con el bebé que espera junto al fisioterapeuta David Rodríguez que está a punto de nacer.
Isabel, desde luego, no parece estar en su momento más ideal. Y que sepamos, en este momento, la única persona que tiene a su lado en Madrid es su hermano Agustín que si bien es quién siempre permanece a su vera, también es, según las personas que los han conocido y la información que ha ido trascendiendo a lo largo de los años, quién más está perjudicando a la tonadillera. Pero ella parece haber tomado la decisión de no separarse de él, y por ahora ahí siguen, codo con codo, enfrentándose a lo que venga.