El verano del año 2020 será uno de los que siempre recuerde Paz Padilla (55 años) como uno de los peores de su vida. Su marido Antonio fallecía tras una dura lucha con la enfermedad. Un tumor cerebral que paralizó su vida pero de la que supo reponerse dando importantes lecciones de vida e incluso sacando lo que mejor sabe hacer, como es el humor en estos momentos tan delicados. Casi cinco años después la andaluza no ha podido evitar emocionarse al hablar de él, estando al borde del llanto.
En los últimos años se ha enfrentado a diferentes pérdidas que han marcado su vida. Sin embargo, siempre quiere dejar clara la huella que dejan las personas en su vida, una lección que también intenta transmitirle a su hija Anna Ferrer para el día que ella falte. Su historia de amor resurgió 20 años después de su primer noviazgo, volviéndose a enamorar como nunca más lo volverá a hacer por la huella que le ha dejado y que permanecerá para siempre.
La emoción de Paz
En la tarde de este martes la humorista ha acudido al programa ‘Y ahora Sonsoles’ para hablar de algunos momentos de su vida. Uno de ellos ha sido evidentemente este duro golpe del que supo sobreponerse, aunque sea algo que cueste. En el programa de las tardes de Antena 3 han emitido un vídeo de su boda y de algunos momentos que compartieron juntos, momento en el que Paz no ha podido evitar emocionarse.
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Una vez que ha finalizado el vídeo, Padilla se recomponía y hablaba del significado de ello. “Nunca dejaré de llorar, no puedo, es que no lo puedo evitar. Yo no tengo por qué mostrar a la gente cuando lloro pero yo creo que es bueno llorar. Llorar cicatriza. Cómo no voy a llorar. Yo pienso en él y el llorar es una emoción que la provoca un pensamiento. Mi pensamiento es qué pena no haber podido estar más tiempo con él”, declaraba con los ojos vidriosos.
Además, ha querido hablar del amor que sigue sintiendo por él. “¿Sabes qué pasa? Que yo nunca me desenamoraré de él porque sigo enamorada de él. Él no hizo nada para que yo dejara de amarlo. Cuando tú amas a una persona, la amas para siempre. El amor incondicional que se llama, qué te puedo dar para que tú estés bien. Entiendo que se llore porque es que es inevitable. Yo vuelvo a amar pero amo de otra manera porque ya no soy la misma”, decía con rotundidad.
Su lección de vida
Con este fallecimiento ha podido ver las cosas de otro modo. “La vida te va curtiendo y que valores las cosas importantes. Yo ya hoy las tonterías las precisas”, exponía sobre este cambio sufrido por los duros golpes. “No sé el tiempo que voy a estar aquí, intento vivirlo de la mejor manera posible”, añadía como esa lección de vida que pretende inculcarle a su hija para cuando ella falte y que así pueda ser recordada.
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Por otra parte, también ha recordado la larga lucha que mantuvo su marido con la enfermedad. “Yo entendí que tenía que dejarlo que se fuera tranquilo y decirle que nosotros vamos a estar bien. No podemos retenerlo y decirle que tienes que seguir luchando cuando ya no tienes fuerza. Mi Antonio luchó como el que más pero la muerte te lleva por delante”, explicaba sobre esos momentos en los que ya no había fuerzas para continuar luchando tras un largo tiempo batallando, dejando claro que su única preocupación era que supiera que todo iba a estar bien tras su ausencia.
La reacción de Revilla a la demanda del emérito
La humorista también ha hablado del momento en que Miguel Ángel Revilla fue sorprendido con la famosa demanda del rey emérito Juan Carlos. Dio la coincidencia que el cántabro y ella estaban rodando una película cuando se dio a conocer esta situación. “Ese mismo día me estaba casando el pobre”, decía sobre el papel que tenía. “En ese momento, estamos Antonio Resines, que era mi suegro, Raúl Fernández de Pablo, mi marido, y Revilla, que nos casaba. Suena el teléfono y cortamos el rodaje”, explicaba Paz.
De hecho, Paz imitaba la voz de Revilla para desvelar su reacción. “No me digas eso. ¿Qué me estás diciendo?”, repetía el cántabro según indicaba la gaditana. “Me he quedado muerto, que me ha demandado el rey emérito. ¿Cómo voy a casar yo ahora a esta gente?”, consultaba el demandado. Dejando el humor a un lado, Padilla ha manifestado que no lo pasó nada bien. “El pobre lo pasó mal. Sobre todo, porque le afectó mucho emocionalmente, yo creo que no se lo esperaba. Él se consideraba amigo”, decía. “Él siempre habla de esta decepción personal, más allá de lo que pase luego”, concluía.