Rodeado de bellezas, Miguel Ángel Silvestre reapareció en público tras la reciente muerte de su padre, al que adoraba y que era, además, su mejor amigo. El actor fue uno de los padrinos de la nueva tienda de Porcelanosa en el parque comercial de Estepark, en Castellón, tierra natal de Miguel Ángel. Junto a él, tres mujerones que amadrinaron la nueva tienda: Irina Shayk, que despertó una gran admiración, Nieves Álvarez y Silvia Jato.

Para Miguel Ángel, que acaba de pasar por los peores días de su vida, estar en su tierra y en este evento era una forma de cumplir con los compromisos que tenía firmados antes de que llegara el duro golpe de la muerte de su progenitor, una lección que, sin duda, aprendió de él. En las palabras que dirigió a la numerosa concurrencia –unos 1.500 invitados–, Miguel Ángel, con su habitual simpatía, pero esta vez cargado de emoción, recordó a esa persona tan importante en su vida. El actor celebró que Porcelanosa "lleva la imagen de nuestra provincia por todo el mundo", y explicó que "hacía tiempo" que se "había comprometido" a participar en la inauguración de las nuevas instalaciones en Estepark y, con la voz casi entrecortada, afirmó: "Sé que esta noche es muy especial para la familia de Porcelanosa y sé también que mi padre estaría muy orgulloso de ver que estoy aquí".

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Vimos también a Miguel Ángel esbozar una sonrisa mientras conversaba con Irina Shayk, a la que también hizo reír. El actor siempre trata de hacer la vida más fácil a quienes le rodean y pese a la tristeza que le embarga estos días a él y a su familia, no dudó en hacer sentir a Irina lo más confortable posible durante su visita a Castellón.

Miguel Ángel Silvestre Vara, padre de Miguel Ángel Silvestre, falleció esta semana, a los 65 años, mientras el actor se encontraba en México, donde presentó su última película, 'La boda de mi mejor amigo'. Para el actor, su padre fue un gran referente. "Las mejores siestas. Papá. Me acuerdo muchas veces de las siestas que hacía de pequeño después de comer apoyado en el pecho de mi padre, con sus manos tocandome la cara. Luego al despertarme me tomaba un helado y a jugar por ahí... un vida sin preocupaciones...", escribió.