Sara Carbonero ha compartido, una vez más, un pedacito de su día a día a través de su blog en la revista Elle (http://sara-carbonero.blogs.elle.es). Esta vez la manchega nos ha acercado cómo ha sido su Semana Santa, unos días que ha vivido tratando de desconectar lo máximo posible.

 

Carbonero, que se reconoce nerviosa y un poco ’workaholic’, ha tratado, sin alejarse de Madrid y de su pueblo, Corral de Almaguer, volver a la rutina con las pilas cargadas y sin haberle hecho demasiado caso al móvil. Han sido unos días que ha disfrutado con sus seres queridos, con Iker y Martín, quien ya da muestras de buen futbolista y empieza a pegarle toques al balón. Con el estupendo tiempo que ha hecho en la capital, Sara ha aprovechado para ir con toda la familia a la Casa de Campo, enseñar los cisnes a su hijo y corretear junto a él por estos parajes. Y es que Martín ha salido a su madre en lo de ser muy inquieto.

 

La periodista también ha tenido tiempo para recorrer sus terrazas favoritas de Madrid, tomarse alguna copa, comprar flores, enseñarle su barrio preferido a  Martín, endulzarse con torrijas caseras y leer, una de sus actividades predilectas. Además, Carbonero también le ha dedicado algunas líneas a la manera en la que celebraba la Semana Santa hace unos años, cuando era una niña y todo eran juegos en Corral de Almaguer. “Algunos de mis recuerdos más bonitos del pueblo son de Semana Santa, como cuando todas las amigas veíamos las procesiones desde el balcón de la casa de los abuelos de mi amiga Laura o cuando celebrábamos “la tortilla“ la noche de Jueves Santo. Recuerdo ir sin dormir a ver la procesión de Los Morados y correr detrás de Los Pasos”

 

Unas ‘minivacaciones’ que han conseguido que Sara Carbonero lograra su objetivo: pasar estos días viviendo sin prisas.

 

Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS