“Le veía muy mal en los últimos días. Le daba muchas vueltas a si asistir o no a la boda de Diego”, ha contado Makoke de su marido, Kiko Matamoros, en ‘Viva la vida’. Así que entre ella y Laura obraron el milagro: el padre del novio vio cómo este se casaba con Estela Grande.
“Kiko estaba molesto con unas declaraciones de Diego en las que hizo desprecios a su hermana pequeña. Ahí decidió no ir. Él estaba en una guerra interior. Yo le veía tan mal y le decía que la vida son dos días y que se podía arrepentir de no ir… se me pone la piel de gallina”, contó la exmodelo muy emocionada. “Estoy súper feliz de que fuera”, concluía Makoke.
Diego ha manifestado, en más de una ocasión que, mientras que su padre tenía las puertas abiertas de su boda, la mujer de este, no. El joven no invitó a la malagueña, pues la hace, en parte, responsable del alejamiento de su padre con él y el resto de sus hermanas. En los últimos años, las tensiones entre ambos se han acrecentado pero ayer, con el gesto de Kiko parece que los malos momentos quedaron, en parte, olvidados.
“Él estaba muy nervioso. Se quedó a la ceremonia y al cóctel. Cuando llegó la hora de la cena, prefirió marcharse, aunque Diego le insistió en que se quedara”. Fue entonces, cuando los invitados tienen más tiempo para saludarse y hablar con los novios, así como con sus familiares, cuando Kiko coincidió con Marian, su exmujer y madre de su hijos mayores. “Se saludaron y, aunque él le quiso dar dos besos, ella le tendió la mano. Todo fue fenomenal y muy respetuoso estaban felices”.